Fuerte, dinámico, abnegado, agresivo, ordenado y con una enorme voluntad de sacrificio, el español de 19 años recién cumplidos venció por 6-3 y 6-1 a Alexander Zverev (N° 3 del mundo) y se quedó con el Masters 1000 de Madrid. El camino de su ascenso, lejos del marketing
Así, sin eufemismos, lo definió Alexander Zverev, segundos después de caer derrotado por 6-3 y 6-1 en la final del Masters 1000 de Madrid. Sí, en la misma semana en la que Carlos Alcaraz despachó, todo un símbolo, a Rafael Nadal y Novak Djokovic. E instantes después de que el oriundo de Murcia cerrara el “doblete”, dado que una semana atrás alzó el trofeo en Barcelona.
De ser una promesa, en casi en un parpadeo, Carlos Alcaraz se convirtió en la nueva joya del tenis español, el primero en la escala de sucesión al trono que hoy sigue ocupando Rafael Nadal, pero no sólo se trata de algo meramente a nivel nacional, sino también en el contexto mundial. Pero, ¿qué lo convirtió en un jugador de tanto riesgo y de dónde salió este jovencito que con sólo 19 años amenaza la cima del ranking profesional?
“Es un jugador que corre todas, eso es clave, es muy ágil y muy hábil con el cuerpo. Técnicamente, en cuanto a los golpes, es muy completo, va muy bien para adelante y cierra muy bien las jugadas en la red. Tal vez no tenga el saque de un tipo de 2 metros, pero no veo que tenga fisuras”, describe al joven murciano el entrenador y ex capitán de Copa Davis Gustavo Luza, a quien siguió desde que lo tuviera por primera vez frente a él en el Banana Bowl de 2019.
Nacido en El Palmar, Murcia, el 5 de mayo de 2003, a los 14 años ingresó en la Academia que el ex N°1 del mundo Juan Carlos Ferrero en las tierras alicantinas de Villena. Conducido por El Mosquito, como se lo apoda a Ferrero, ha seducido no sólo al ambiente tenístico español, sino tanto al circuito como a los fanáticos de este deporte.
No se destaca por su carisma o por capacidades marketineras, sus cualidades van por el lado de la conducta, el trabajo, sus aptitudes técnicas y su actitud responsable. Como dijera el propio Nadal, “Carlos tiene todos los ingredientes, la pasión, la humildad, el talento y el físico, lo que me recuerda mucho a mí cuando tenía su edad. El ya es un rival en el presente”.
En la temporada 2021 irrumpió en el circuito desde el puesto 146 del ranking de ATP, para ubicarse como N° 6, cuando aparezca actualizado el escalafón, el lunes próximo. Durante el año pasado comenzó a mostrar su talento que lo llevó a ganar, con 17 años, su primer match en un torneo de Grand Slam -superó a Van de Zandschulp en el Australian Open- y con apenas 18 años, 3 meses y 25 días, después de su victoria en la primera ronda del US Open, lograba cerrar el círculo con un triunfo en cada uno de los Majors y mejoraba las marcas logradas por Nadal, Djokovic y Federer.
Cinco días más tarde se convertía en el jugador más joven en arribar a los cuartos de final en La Gran Manzana, en la Era Open (desde 1968). En ese momento comenzaron a arreciar las comparaciones con su ídolo nacido en Manacor. “No me parece mal que lo comparen con Rafa”, dijo Tony Nadal. “Porque aunque son jugadores diferentes, comparten el sacrificio de jugar y la decisión de ganar”, agregó el formador del máximo ganador de títulos de Grand Slam.
Pero no se guardó elogios a la hora de describir a la joven estrella murciana: “Carlos es un jugador muy completo y de buena técnica. Su juego es moderno, trata de pegarle fuerte y muy rápido a la pelota, con un tenis muy agresivo. Si sigue así de centrado en su trabajo, tiene un futuro esperanzador”.
En su camino a ser el mejor Sub 21 del circuito de ATP en la temporada, en el mes de julio conquistó su primera corona en Umag, Croacia, sobre polvo de ladrillo. Y en el último certamen del año, el Next Gen que reunió a los 8 mejores de 2021 menores de 21 años, logró imponerse por sobre todos los de su generación. Entre ellos, el argentino Sebastián Báez, de un presente prometedor.
Sebastián Gutiérrez, coach de Báez, lo vivió de cerca y tiene su lectura del por qué Alcaraz consiguió llegar tan alto. “A nivel general, lo que más me sorprendió es su entrega física, cómo se mueve, cómo resbala, cómo se va arriba de la bola. También, lo que trasmite dentro de la cancha y esa identidad ofensiva todo el tiempo. Es un chico que ante la duda acelera y que tiene un gran saque. Así que sus debilidades no se notan tanto, gracias a lo que transmite, porque cuando se está más alto en el circuito, los agujeros se ven menos y este chico tiene tanta actitud, tanta presencia que, por momentos, intimida”, describía al detalle Gutiérrez, para comprender aún más las características de este jugador español.
Para Juan Carlos Ferrero, quien recuerda haberlo recibido con 14 años, Alcaraz es un jugador con muchísimo potencial y “de los pocos jugadores que he visto que se puede adaptar en muy poco tiempo al nivel de cualquier jugador que le pongas enfrente”. Un detalle que destaca su entrenador, ya que es muy difícil para un jugador poder adaptar su velocidad de bola a la del rival, y agrega entre sus consideraciones: “es un tenista muy dinámico, que le gusta jugar muy agresivo. Se siente muy cómodo en todas las superficies, le gustan las pistas rápidas, porque finaliza mucho en la red, pero no lo incomoda la arcilla”.
“Creo que va a ser el mejor de todas las caras nuevas que estamos viendo. Desde lo físico me parece muy veloz y tiene mucha generosidad en el desplazamiento, lo que habla de un jugador que no solamente es rápido, sino que tiene una gran actitud para moverse”, comentó Gustavo Luza, abriendo una comparación con los tenistas menores de 25 años que hoy dominan el circuito.
Algunas de las consideraciones a tener en cuenta para evaluar a un jugador es el compromiso con su trabajo, el respeto por su entrenador y el hambre por conseguir victorias que aportan títulos y que exigen cada semana, cada día. “Lo veo decidido, con mucha hambre, comprometido y enfocado, como no he visto a ningún jugador de estos jóvenes. Además, la relación de este chico con su entrenador es de mucho respeto, muy madura y entiende muy bien quién es el que manda, por más que él después sea quien ejecute dentro de la cancha”, cerró su análisis Luza.
En Madrid ganó su cuarto título en 2022 (antes, Barcelona, Río de Janeiro y Masters 1000 de Miami). Además, en su camino a la final, se convirtió en el 11° primer tenista de la historia en vencer a Nadal y Djokovic en un mismo torneo, pero con un detalle no menor: es el primero en conseguirlo sobre tierra batida. Señales de que tal vez el mundo del tenis esté presenciando la elevación al olimpo del rey que vino a romper definitivamente la era dorada que edificaron Rafa, Nole y Roger Federer.