La Asamblea Legislativa aprobó este jueves los pliegos de los nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que se sumarán este año al Tribunal. Se trata de Jorge Baclini, Margarita Zabalza y Rubén Weder.
Los candidatos propuestos por el gobernador Maximiliano Pullaro, vienen a cubrir la vacante que dejó en diciembre Mario Netri, la que dejará en abril María Angélica Gastaldi, y el nuevo cargo que se incorporó por ley en noviembre pasado, añadiendo un séptimo ministro.
El nuevo paso formal se inscribe en la intención del gobierno santafesino de renovar casi por completo la Corte, apelando a la jubilación de sus integrantes que superen los 75 años; condición que afecta también al actual presidente, Roberto Falistocco, y a los santafesinos Rafael Gutiérrez y Eduardo Spuler. Pero que de momento no se ha materializado en su apartamiento, e incluso generó fricciones y declaraciones cruzadas durante el año pasado. Por otra parte, este límite de edad que el Ejecutivo santafesino pretendió hacer valer no alcanza a Daniel Erbetta.
Apenas iniciada la Asamblea Legislativa, presidida por Gisela Scaglia, los tres diputados del Frente Amplio para la Soberanía anunciaron que iban a abstenerse en las votaciones. Eso luego de que el presidente del bloque aclarase que no advertían «ninguna mácula en ninguno de los candidatos», pero cuestionar fuertemente el proceso político que se llevó para definir las postulaciones, y la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. Del mismo modo, cargó con numerosos ejemplos contra la relación entre el poder político y la Justicia registrada en la provincia a lo largo de los años.
Raúl Gramajo, por su parte, se enfocó en los «méritos suficientes» y el «bagaje moral, intelectual y los antecedentes» de los tres postulados, a la vez que destacó que, en lugar de hacer uso individualmente de su facultad constitucional, el gobernador Maximiliano Pullaro «prefirió consultar con otros partidos políticos, y eso le da legitimidad democrática» al proceso.
A los gritos
Luego fue el turno de Amalia Granata que, en nombre de los cinco integrantes del bloque Somos Vida, adelantó el voto negativo con un furibundo discurso, en el que incluyó la desautorización a los tres candidatos, y que despertó repercusiones a lo largo del resto de la sesión.
Pretendió que la postulación de Baclini «es peor que la de Lijo» por su supuesta vinculación con el poder político, que la de Weder es parte de «un arreglo por la impunidad de la última gestión» y que «por dignidad los perottistas deberían abstenerse» y que Zabalza, a quien se refirió despectivamente como «esta chica», no tiene experiencia ni créditos intelectuales.
El tenor del discurso de la ex panelista mereció una respuesta de la socialista Lionella Cattalini y un duro altercado con el radical Felipe Michlig, que luego desembocó en una intervención de Alejandra Rodenas. Apelando a su pasado inmediato como titular del Senado, Rodenas admitió (y reconvino) el temperamento del senador, pero sobre todo el «falso feminismo» de Granata, «que está bastante masculinizado, y normalmente no nos representa a quienes defendemos esos valores». Y tras destacar acciones de la candidata a jueza, reclamó a la diputada respetar la trascendencia del ámbito y la circunstancia, y «no sumarse al clima de época» y terminar con los agravios y las descalificaciones.
Natalia Armas Belavi (Vida y Familia) fue el sexto voto en contra que recogieron por igual los tres pliegos en discusión, y también consideró que «todo el proceso estuvo viciado, porque el gobernador busca no tener cuestionamientos del Poder Judicial».
A su turno, el radical Dionisio Scarpin adelantó su respaldo a las postulaciones, aunque objetó la falta de equilibrio geográfico en la cabeza del Poder Judicial. «Hasta ahora eran cuatro ministros de Rosario y dos de Santa Fe, ahora van a pasar a ser cuatro y tres. Pero la ley que votó la Legislatura habla de representavidad regional, y los seis departamentos del norte tienen características propias, y merecen estar reflejados en la Corte», argumentó.
Claudia Balagué, pese a su abstención, abogó por otra representación menguada, que es la de género. «Me hubiera gustado que hubiera más pliegos de mujeres, para tener en la Corte la paridad que tenemos en la Cámara de Diputados y Diputadas», se quejó. Pero destacó la inclusión de Zabalza como la de «una mujer joven, que tiene trayectoria académica y gran compromiso social y republicano».
Defensa
En una extensa intervención, Cattalini defendió el acuerdo político como base de las nominaciones, e incluso como parte del perfil de los candidatos, sin que ello sea óbice a su independencia al desempeñarse como magistrados. Máxime teniendo en cuenta que «estamos convencidos de que el Poder Judicial necesita orden. Hace tiempo que venimos hablando de la necesidad de renovar la Corte, una Justicia más cercana a la gente, más democrática, que piense el servicio público a las personas.
«Para esto se necesita voluntad política, y la sanción de muchas leyes. Y hablamos de renovar la Corte respetando los procedimientos constitucionales, y por eso se sancionó una ley que incorporó requisitos e instancias democráticas», añadió. Y aclaró que el rol no consiste solo en dictar buenos fallos, «que los hemos tenido, sino en la capacidad de gobernar el Poder Judicial, y no dejar esa tarea en manos de otros funcionarios», chicaneó.
«Hay que lograr modernización, celeridad, evaluación permanente, discutir cómo removemos y sancionamos a los jueces. Renovar el mapa judicial, revisar los ingresos y los ascensos por mérito, que funcione el Instituto Médico Legal. Y también tomar decisiones políticas, como involucrarse en la seguridad pública», insistió. Y aclaró que «para eso es necesaria la coordinación entre los tres poderes».
Silvia Malfesi (Somos Vida) se remontó a Montesquieu para justificar la necesidad de la independencia del Poder Judicial, y a un lenguaje ameno y cotidiano para describir cuál es el rol de los magistrados en la solución de los conflictos, y a la necesidad de idoneidad.
Puso en duda los antecedentes de Zabalza, la trayectoria de Baclini y la identificación de Weder con el perottismo. «La idoneidad no puede estar afectada por una cuestión de regionalidad o de sexo, eso es un disparate», aprovechó para cruzar a algunos de sus pares.
Ironía
Tras la defensa de los postulantes por parte de la radical Silvana Di Stéfano (UCR), Marcos Corach recogió el guante de las imputaciones al perottismo. «A la sugerencia de Granata sobre lo que tendría que hacer o no este bloque, la vamos a tener en cuenta», ironizó, para empezar. Y luego puso en duda si las objeciones de la ex panelista tiene que ver con la idoneidad de los propuestos o si, como ella misma dijo (y respaldó con cita textual», «el problema es que su bloque no fue consultado, ni aceptada la propuesta que ellos tenían».
Por lo demás, destacó especialmente el arribo de Weder a la Corte como «una excelente noticia» y una bocanada de «aire fresco» para el Tribunal, donde antes de ser fiscal de Estado se desenvolvió como relator. «No solo por su bonhomía e idoneidad, y llegar sin una sola tacha ni impugnación, sino por su compromiso con el trabajo y su defensa de lo público», completó Corach.
Finalmente, el pliego de Baclini se aprobó con 51 votos afirmativos, 6 negativos y 5 abstenciones; el de Zabalza con 53 a favor, 6 en contra y 4 abstenciones; y el de Weder con 54 a favor, 6 en contra y 3 abstenciones.
Fuente: el Litoral