El juez Rodolfo Mingarini desestimó la prisión preventiva de un imputado por abuso sexual con acceso carnal
Un caso del norte de la ciudad de Santa Fe deja en evidencia los obstáculos que deben enfrentar las víctimas de violencia sexual en los Tribunales de la provincia. El juez Rodolfo Mingarini dejó en libertad, con medidas restrictivas, a un hombre que fue denunciado por violación. Entre sus argumentos dijo que no entendía cómo el agresor tuvo tiempo de ponerse un preservativo al momento del ataque, al mismo tiempo que sostuvo que “no hay discusión del acceso carnal”.
La víctima manifestó a través de la fiscalía que temía por su integridad física.
En abril de este año una mujer denunció que un albañil que trabajaba en la cuadra ingresó a su casa y la abusó sexualmente. Dijo textualmente ante la policía: “Me violaron”. Del informe psicológico que le realizó una profesional de la salud mental, presentado en la audiencia de medidas cautelares por la fiscalía, se desprende que “la víctima se encuentra orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria, ni alteraciones sensoperceptivas y que además a lo largo de su relato se pueden registrar varios momentos de angustia en relación a que iba contando lo sucedido”.
Asimismo el examen médico legal que le realizaron a la mujer da cuenta de lesiones compatibles con un abuso sexual, además de otros golpes en su cuerpo relatados en la denuncia y se halló material biológico del hombre, según se detalló desde el Ministerio Público de la Acusación en la audiencia. El imputado se entregó a la policía una vez que se enteró que era buscado y nunca negó “la relación sexual”.
Mingarini argumentó durante una audiencia realizada la última semana de mayo: “No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”. Cabe destacar que la defensa del agresor nunca realizó este planteo.
“Podemos pensar que habría habido relaciones forzadas, pero no puedo entender cómo si va a tener relaciones forzadas, empujándola, sometiéndola, se toma el tiempo, no puedo reconstruir cómo hace para colocarse el profiláctico y luego avanzar sobre el cuerpo de la víctima que según lo que está acá, se negaba. La verdad es que ahí es donde me genera la mayor duda”, agregó el juez entre sus argumentos.
Y concluyó el magistrado antes de liberarlo: “Realmente es posible que haya habido esta relación no consentida, es posible, pero no tenemos suficiente evidencia para considerarla probable”.
La audiencia pública fue el domingo 30 y duró cerca de dos horas. En varias ocasiones hubo discusiones entre las partes por problemas en la conexión de internet y por dificultades en entender la cronología de los hechos. Mingarini desestimó los exámenes de medicina legal al sostener que “las lesiones que tiene a nivel genital no se condicen con un acceso carnal, una penetración forzada, tenemos que atenernos a lo que nos dice la víctima”, sin entrar en más detalles.
“No puedo meterme en una cuestión que hace a la intimidad de una persona adulta, no con estas evidencias, evidencias que son todas posteriores y esto, aclaro, tiene que quedar siempre con una mirada desde un lugar que tenemos que tener los magistrados respecto a la condición de mujer”, dijo en referencia a la ley Micaela.
Por último sostuvo que “lo que nos dice la víctima no es claro”. La mujer dijo desde el principio que lo conocía de vista del barrio, pero que no sabía el nombre. La policía, en la búsqueda agarró a otro hombre que ella no reconoció, y luego les comentó que tenía una vecina que lo había encontrado en Facebook. Al juez no le quedó claro este vínculo porque el hombre se defendió diciendo que tenían una relación, que ella niega absolutamente.
Y opinó el juez sobre la víctima: “Por un lado dice que lo conoce, por otro dice que lo desconoce totalmente, y se llega precisamente por unos registros fotográficos. Con esto no quiero decir que la víctima esté mintiendo ni que esté mintiendo el imputado, lo que quiero decir es que la evidencia nos deja con un análisis de posibilidad para concluir, pero no de que probablemente esto haya ocurrido cómo ha sido relatado”. Y destacó al imputado: “Se presenta voluntaria y espontáneamente y sin ser acompañado por ningún profesional ni de confianza ni asistido por la defensa pública porque precisamente había tomado conocimiento que estaba tratando el personal policial de ubicarlo”.
“Si el imputado hubiera estado pensando de que había cometido este hecho tan grave, aun si así hubiera sido, se presentó, se puso a disposición de las autoridades judiciales a través de la policía. Se presentó espontáneamente, esto debe ser valorado. El entorpecimiento probatorio, a esta altura si hubiera querido realizar algún tipo de conducta o acción para interferir para que luego la víctima en un juicio oral y público no declare, ya lo habría podido hacer, estamos hablando de una mujer que vive sola, y por otro lado tengo que valorar que se presentó espontáneamente”, concluyó Mingarini.