El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, afirmó este viernes que, si el presidente Alberto Fernández se presenta para la reelección, ningún otro dirigente del Frente de Todos (FdT) debería competir. De ese modo, salió a relativizar una potencial candidatura del ministro de Economía nacional, Sergio Massa; del jefe de Gabinete, Juan Manzur, o de cualquier otro referente de la coalición oficialista, incluida la vice Cristina Kirchner y aquellos que administran las provincias.
“El espacio de representación del gobierno nacional debe quedar solamente para una persona. Eso significa que, si el presidente tiene la voluntad de ir por la reelección, ningún ministro ni representante del espacio debería competir. Porque se supone que el espacio lo representa el jefe del Estado”, sostuvo Capitanich.
En esa línea, el chaqueño agregó: “El ministro de Economía podría ser candidato a presidente, aunque no dijo nada”. También indicó que Manzur “manifiesta intenciones”.
Paralelamente, aseguró que la idea de que se presente un gobernador “requiere un poco más de densidad en el debate”, al tiempo que recordó que Cristina “ha fijado una posición pública de no ser candidata”.
El mensaje
De ese modo, el mandatario de Chaco envió un claro mensaje hacia la interna del oficialismo, que tras el renunciamiento de la vicepresidenta a ocupar cargos no tiene quien se calce el traje de aspirante a la Casa Rosada.
“No es razonable pensar que en el Frente de Todos haya tres candidatos. En segundo lugar, tenemos que hacer una evaluación objetiva de los gobernadores ya que no hay un primus inter pares (el primero entre iguales, en latín)”, añadió Capitanich.
Luego, adelantó cuáles serán sus objetivos políticos en 2023: “El primer desafío que tengo es el compromiso con mi provincia por la reelección, pero no quiero sustraerme del debate nacional”.
“Es necesario expresar una visión de carácter federal y, en virtud de formación y experiencia, creo que uno puede aportar en el debate”, continuó.
En ese sentido, el gobernador de Chaco expresó que “la Argentina tiene, por lo menos, cuatro restricciones que requieren capacidad para ser superadas” y en las que hay que intentar sellar consensos.
En primer lugar, opinó que el país tiene una “restricción de orden institucional o constitucional”, de modo que consideró necesario modificar “la organización del sistema judicial y su funcionamiento, la integración de los miembros de la Corte Suprema, los mecanismos de representación equilibrada del Consejo de la Magistratura y la periodicidad en los mandatos de los jueces”.
Por otro lado, Capitanich, sostuvo que el país tiene restricciones en el campo de la energía. “Es necesario contar con capacidad de autoabastecimiento. Retribuir un precio por megavatio que induzca a reducir el sistema de financiamiento, vía subsidio, para que llegue la energía a buen precio a los usuarios y, a su vez, para resolver los problemas de estabilidad fiscal”, explicó.
Al respecto, planteó además la necesidad de desarrollar “las energías renovables”. Y argumentó: “Eso implica invertir 10.000 millones de dólares en los próximos tres años, que tengan que ver con potenciar la energía solar en el norte, la energía eólica del sur, el hidrógeno verde, más el gas y el petróleo de Vaca Muerta”.
Capitanich consideró que “eso permitirá sustituir la energía que se importa y generar la capacidad para generar divisas vía inversión extranjera directa, oferta exportable, y también reducir el costo”.
Paralelamente, consideró que el país tiene una restricción logística, por lo cual abogó por una integración económica en un corredor bioceánico para contar con una salida por los puestos de Chile.
Asimismo, admitió que “la Argentina no puede funcionar sin un régimen monetario que promueva estabilidad macroeconómica, lo que significa sostenibilidad de una regla fiscal que tienda al equilibrio”.