El exmandatario Alberto Fernández respaldó a Pedro Sánchez, y cuestionó los dichos de Javier Milei en plena escalada de tensión con España. “Le pido al presidente que recupere la sensatez que ha perdido, si es que en algún momento la tuvo”, remarcó en declaraciones radiales.
¡Es la primera vez en la historia! ¡Es increíble que nos estemos peleando con España!”, insistió el peronista tras los dichos del libertario que arremetió contra Begoña Gómez, la esposa del jefe de Estado español.
En la misma línea, luego de que el gobierno español anunciara el retiro de la embajadora en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, sostuvo: “Bastante generoso estuvo Sánchez esperando una disculpa. Disculpa que se convirtió en una fábula ridícula, absurda, propia de una persona que no está en sus cabales y que dice que esta es una operación propia del kirchnerismo”.
Para el expresidente Fernández, de estrecha relación con Sánchez, se trata de un conflicto absurdo dado que considera que ambos países “son hermanos, tienen vínculos desde siempre a pesar de las diferencias ideológicas”.
“Esto es serio y pone en serio riesgo a la Argentina”, puntualizó. Asimismo, puntualizó que el actual presidente “demuestra desequilibrios que llaman la atención”, y cuestionó los lineamientos políticos a escala internacional.
“La relación entre Brasil y Argentina está muy lastimada”, sostuvo Fernández, y remarcó que China “le dejó de comprar carne” al país. “Se cometió un error al no entrar a los BRICS porque dicen que China y Brasil son comunistas”, indicó.
No es la primera vez que el exPresidente habla del tema. Anoche, tras la entrevista de Milei con TN, utilizó sus redes para revelar que estaba “asombrado” por el conflicto diplomático. “El presidente Milei hizo en España un desastre político internacional de magnitud y me atribuye a mi la responsabilidad de las consecuencias de sus acciones”, denunció.
“¿Yo asesor de Pedro Sánchez? El Presidente necesita prontamente asistencia psicológica”, subrayó además, y concluyó: “Viendo todo lo que dice y escuchando sus argumentaciones, habrá que reconocerle una eficiencia envidiable para hacer todo mal”.