El presidente Alberto Fernández dijo este miércoles que «nunca más» las tarifas en la Argentina deben estar «dolarizadas», al encabezar en Salliqueló la firma de contratos para el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
«No queremos que las tarifas en la Argentina estén dolarizadas. Nunca más las tarifas dolarizadas. Tenemos nuestro gas que podemos distribuir y que los argentinos nos paguen en pesos, a precios razonables», sostuvo el mandatario durante el acto, en el que destacó que la obra del gasoducto «le hace falta a la Argentina; no al Gobierno de Alberto Fernández».
«Acá estamos dando una prueba de que no es todo lo mismo. No me iría yo tranquilo de la presidencia si esta obra no se hubiera hecho, no estaría en paz conmigo mismo», sostuvo el Jefe de Estado acompañado por los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof, de La Pampa, Sergio Zilliotto, de Neuquén, Omar Gutiérrez, y el vicegobernador de Río Negro, Alejandro Palmieri; los ministros de Economía, Sergio Massa, y de Interior, Eduardo de Pedro; la secretaria de Energía, Flavia Royon y el titular de Energía Argentina, Agustín Gerez.
En otro tramo de su discurso Alberto Fernández destacó que la construcción del gasoducto Néstor Kirchner «se está pagando con los recursos que dieron las grandes fortunas de la Argentina a partir de la ley de aporte solidario».
«A esa grandes fortunas debemos darle las gracias también. No podríamos haberlo hecho sin la ley que impulsó Máximo (Kirchner) y que se sancionó cuando Sergio (Massa) presidia la Cámara de Diputados», dijo Fernández en Salliqueló.
A su turno el ministro de Economía Sergio Massa sostuvo que si el gasoducto hubiese estado en funcionamiento, la Argentina se habría ahorrado «probablemente la gran mayoría» de los u$s4.100 millones que representaron en el curso de este año las importaciones de energía.
«En estas horas en que se discute la situación de las reservas del Banco Central, quiero contarles cuál ha sido el impacto en esas reservas la importación de energía», continuó, para pasar a referirse a las prioridades fijadas por el presidente Alberto Fernández.
Massa indicó que «entre dejar salir un poco más de reservas o cortar el gas y la luz», el Gobierno tuvo «la decisión de soltar un poquito de reservas, pero garantizar a los argentinos que pudieran tener calefacción, la computadora o las máquinas de las empresas funcionando».
«Era importante que ese crecimiento de la economía y esa generación de empleo no se detuvieran», explicó.
En otro orden, el ministro recordó que la construcción del gasoducto «si financia en parte con el Aporte Solidario Extraordinario de 2020«, y que el Estado «garantiza los fondos para sostener la obra».
Está previsto que el Gasoducto tenga en su primera etapa una extensión de 583 kilómetros entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueó (Buenos Aires), atravesando las provincias de Rio Negro y La Pampa, con un caño de 36 pulgadas.
También incluye obras complementarias como el gasoducto Mercedes-Cardales de 73 kilómetros (de 30 pulgadas), la ampliación de un tramo del NEUBA II en la provincia de Buenos Aires de 29 kilómetros (de 30 pulgadas) y una planta compresora en Cardales de 15.000 hp.
Se estima que su implementación incremente la producción de Vaca Muerta (segunda reserva de gas no convencional del mundo) y transportarlo a los centros de consumo.
Gracias al gasoducto se podrán ahorrar 2.200 millones de dólares al año entre sustitución de importación de combustibles y reducción de subsidios.