Esta madrugada, después de las 6, arribó un automóvil con un herido a puñaladas a la explanada del Hospital Cullen. Policías y enfermeros lo ingresaron en una camilla al shockroom para pacientes en estado crítico. Los médicos de Emergentología constataron que había recibido varias puñaladas en la espalda. Recibió asistencia respiratoria mecánica, fue compensado y curado, y luego fue derivado a Rayos X para la realización de placas. No corre peligro de muerte. Los agentes de guardia del Destacamento Nº 11 en el Hospital Cullen
Dialogaron con el automovilista que había llevado al herido. Este dijo que la víctima había sido agredido por una mujer en la calle y a la salida de un boliche bailable de Avenida Alem y Sarmiento en barrio Candioti.
Efectivos de la Comisaría 3ª y del Comando Radioeléctrico que concurrieron al lugar del ataque, recordaron los sucesos donde mataron a Gonzalo Joaquín Ojeda y sus dos amigos resultaron heridos, Jésica Antonella Mieres y Luis Abraham Aguilar, y preservaron la zona, buscaron imágenes de las cámaras de seguridad públicas y privadas que pudieran aportar información vital sobre los acontecimientos, que desde ya, puede inscribirse en la continuidad de la guerra narco iniciada en la madrugada del domingo 13 de marzo con un asesinato y dos baleados.
Los uniformados preservaron la zona y trataron de saber sobre la existencia de testigos presenciales que puedan aportar información sobre el suceso criminal, que luce como una tentativa de homicidio, ya que la agresora enterró en forma reiterada la hoja de un arma blanca en el cuerpo de la víctima, aunque resultó fallida su intención de provocar la muerte.
Antecedente inmediato
A primera hora de la mañana del domingo 13 de marzo, también en la calle, en este caso en Sarmiento y Fray Justo Santa María de Oro, se produjo un intenso tiroteo donde murió Gonzalo Joaquín Ojeda de 24 años, apodado “Pandu”, y dos de sus amigos recibieron impactos de bala: Jesica Antonella Mieres de 28 años, baleada en el abdomen sin orificio de salida y Luis Abraham Aguilar de 32, con un balazo que ingresó en la espalda y salió por el tórax. En ambos casos, Mieres y Aguilar, fueron trasladados y operados en el quirófano central del Hospital Cullen, y los médicos y enfermeras les salvaron la vida.
Solo 36 horas después de cometida la balacera con un asesinato de “Pandu” Ojeda y dos heridos la investigación se perfilaba como el resultado de una guerra entre narcotraficantes desatada en barrio Nuevo Horizonte que tenía como protagonistas excluyentes a dos bandas, la liderada por los prófugos de la justicia Claudio “El Pulga” Casco y su mujer Lorena Melgarejo, que fueron los que pagaron el ataúd para el entierro del asesinado “Pandu” Ojeda y los herederos del “Coco” Bergallo, precandidato a concejal del Partido Justicialista de una lista denominada “Compromiso Ciudadano”, detenido en 2017 por Prefectura Naval en un allanamiento en un barrio del extremo noroeste de la ciudad.
La hija del Coco Bergallo
En los últimos días, Brenda Iara Catherine Bergallo de 20 años, apodada Bebé, hija del narcotraficante condenado “Coco” Bergallo, firmó un abreviado donde fue condenada a tres años de prisión de ejecución condicional por haber sido quien ayudó a los asesinos del “Pandu” Ojeda y de balear e intentar asesinar a Jesica Antonella Mieres de 28 años y a Luis Abraham Aguilar de 32, en la fatídica noche del domingo 13 de marzo de 2022 en Sarmiento y Fray Santa María de Oro en barrio Candioti. En el juicio se probó que fue ella quien llevó en su automóvil a los cuatro asesinos que ejecutaron el homicidio de Ojeda, y la doble tentativa de homicidio de sus amigos. Tres de los sicarios fueron detenidos y uno de ellos permanece aún prófugo. Su osadía al visitar a uno de los sicarios presos en la cárcel de Coronda con su DNI la llevó tras las rejas al ser descubierta recientemente, y a la condena de cumplimiento condicional.
Peritajes criminalísticos
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del ataque criminal a Diego Ortiz de 21 años a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y estos hicieron lo propio con el fiscal de Homicidios en turno del Ministerio Público de la Acusación, que ordenó que sean realizados los peritajes criminalísticos de rigor en el lugar del hecho. Ese trabajo fue realizado por los agentes del Área Científica de la Agencia de Investigación Criminal. Además, desde la fiscalía, pidieron un informe sobre el estado de salud de la víctima, como el secuestro de imágenes de cámaras de seguridad públicas y privadas y testigos que pudieran aportar información valiosa sobre el ataque asesino y la identidad de la mujer que lo produjo.
Fuente: Diario Uno