Andrés Farías, el policía de 42 años baleado el pasado viernes en la zona oeste, murió este jueves. Se encontraba en la terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con asistencia mecánica respiratoria. Era donante de órganos y por estas horas trabaja el Cudaio en el efector.
Autoridades del hospital habían señalado a la prensa que su estado se medía minuto a minuto debido a “lesión neurológica grave causada por el impacto de un proyectil en el cráneo que lesionó zonas importantes del cerebro”. El uniformado también había recibido un disparo en la zona del tórax.
El pasado viernes, Farías cumplía horas adicionales para una empresa distribuidora de golosinas y junto a un empleado de la compañía se dirigían con parte de la recaudación a un banco. Cerca de las 9 de la mañana, fueron interceptados en Benegas y Ambrosetti por un coche, “desde el cual efectuaron alrededor de 11 disparos de arma de fuego, 3 de los cuales dieron al policía”, apuntó el fiscal regional de Rosario, Matías Merlo, en conferencia de prensa.
Qué se sabe del caso hasta ahora
El fiscal regional de Rosario, Matías Merlo, dio precisiones sobre lo ocurrido en Benegas y Ambrosseti, donde este viernes por la mañana desconocidos dispararon más de diez veces contra un policía. “De las primeras actuaciones, surge que no hubo intercambio de disparos. Fue un ataque directo, tal vez con dos armas de fuego”, subrayó el representante del Ministerio Público de la Acusación.
Todo indica que Farías iba en el lugar del acompañante en el utilitario, que era manejado por un representante de la empresa de golosinas. Algunas versiones sostienen que se trataba del tesorero de la distribuidora. El secretario de Seguridad de Santa Fe, Omar Pereira, confirmó que el policía herido vestía uniforme al momento en que estaba cumpliendo con ese servicio adicional.
A su vez, el fiscal Morla señaló que “una de las hipótesis que está siguiendo en estos primeros pasos de la investigación se centra en que el policía y el representante de la empresa hayan sido seguidos” desde el Emporio de las Golosinas, distribuidora que está ubicada en Mendoza al 5800, hasta el lugar donde se produjo el ataque. “Es una hipótesis, queremos ser muy reservados con la información. Está personal de Policía de Investigaciones como de la Unidad Regional II tomando todas las medidas de rigor, con entrevistas, chequeando cámaras de seguridad de la zona”.
Un auto descartado a pocos metros
Merlo agregó que, tras consumar el ataque, los delincuentes “a cuatro cuadras de este lugar, dejaron el auto que habían utilizado para cometer el hecho y se subieron a otros dos vehículos”. Amplió: “Ahora estamos haciendo el seguimiento de cámaras para establecer que trayecto hicieron”.
De acuerdo con los datos que surgieron hasta el momento, Merlo indicó: “Podemos inferir que los delincuentes realizaron una serie de disparos para lograr que el utilitario se detuviera y después le dispararon al personal policial”.
“De las primeras constataciones que tenemos, podemos suponer que no hubo un intercambio de disparos, fue un ataque directo. Estamos chequeando si los ladrones consumaron el robo del dinero, hubo secuestro de billetes en el utilitario y sabemos que hubo un importante faltante del dinero que había salido del negocio para ser depositado en el banco. Por la información que recabamos, el dinero era llevado en el asiento trasero. Por ahora no hay personas demoradas. El arma del policía no quedó adentro del vehículo, entonces podemos inferir que fue sustraída. También podemos inferir que pudieron usarse dos armas de fuego”, remarcó Merlo.
Fuente: La Capital