La víctima es Alejandro Ruiz y prendieron fuego el cuerpo para tapar el homicidio, pero los médicos descubrieron la maniobra que ocurrió en barrio Centenario
Esta mañana quedó convalidado que la causa del deceso de un hombre que fue hallado en su casa ubicada en Vera Mujica al 600 del barrio Centenario, en el extremo sur de la ciudad, había sido una muerte violenta. El asesinato se produjo como consecuencia de un ataque criminal con un arma blanca en distintas partes del cuerpo. Luego al cadáver le prendieron fuego para que parezca un accidente. La víctima fue identificada como Alejandro Ruiz de 54 años. Este es el homicidio número 25 en los 84 días transcurridos en 2021.
Heridas punzocortantes
En la tarde del jueves, los vecinos que viven en la cuadra de Vera Mujica al 600 denunciaron sobre la presunta electrocución de un hombre en una vivienda. Al lugar llegaron en primera instancia efectivos de la Subcomisaría 1ª y del Comando Radioeléctrico que hallaron el cuerpo sin vida de un hombre y preservaron el lugar hasta la llegada del médico policial. El profesional revisó el cadáver y constató que presentaba quemaduras y heridas punzocortantes compatibles con un asesinato.
El trabajo de los médicos forenses de la morgue judicial santafesina fue para determinar fehacientemente el primer análisis del profesional de la repartición que conforme al examen del cadáver constató que presentaba heridas de arma blanca y quemaduras.
Luego, y con el cambio de información sobre la ocurrencia del suceso con los pesquisas de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, es probable que él o los asesinos después de terminada la faena criminal generaron un incendio para que fuera la pantalla del asesinato, pero como las llamas no lo quemaron completamente quedó expuesto el crimen.
Informaron la novedad sobre la ocurrencia de la muerte de Ruiz a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y estos hicieron lo propio con la fiscal de Homicidios en turno del Ministerio Público de la Acusación, Ana Laura Gioria, que ordenó la realización de los peritajes criminalísticos de rigor, los que fueron ejecutados por los agentes del área Científica de la Agencia de Investigación Criminal.