Se definió como “peronista” y afirmó que Cristina Kirchner no le pidió “nada” cuando asumió en Justicia en reemplazo de Marcela Losardo.
El ministro de Justicia, Martín Soria, dijo que impulsará una “transformación” en el Poder Judicial que “tiene mucho que ver con la Corte Suprema”. Por otra parte, alser consultado sobre si pensaba avanzar con alguna medida luego de que se conociera que el camarista de Casación Mariano Borinsky concurrió 15 veces a la Quinta de Olivos, entre abril de 2016 y septiembre de 2019, el funcionario aclaró: “No corresponde a mi rol institucional andar persiguiendo jueces, eso lo hacía cuando era diputado”.
Como legislador Soria arremetió en reiteradas oportunidades contra, lo que él denominó, la “mesa judicial macrista”, fue el creador del término “Comodoro Pro” y también fue el encargado de impulsar la denuncia contra otro integrante de Casación Gustavo Hornos por sus visitas a la Casa Rosada y la Quinta de Olivos durante la gestión Macri.
Soria además negó que Cristina Kirchner le haya hecho algún pedido especial cuando asumió su cargo en el ministerio. “No, más allá del mensaje de felicitaciones sólo hablé con Máximo (Kirchner), con quien integré el bloque. No me pidió nada”, afirmó en una entrevista con diario Perfil.
Soria rechazó definirse como “kirchnerista” y dijo que es “peronista”. “Me dijeron Rambo, talibán, delincuente, de todo un poco. Soy un peronista que llegué a muchos cargos con el voto popular. Me defino como un peronista”, afirmó.
El ministro señaló que “los cambios que debemos hacer tienen mucho que ver con la Corte Suprema” y aseguró: “No creo que el Poder Judicial no quiera saber nada con recuperar la legitimidad, el prestigio y la transparencia”.
Martín Soria negó pedidos de Cristina Kirchner (Foto: Telam)
“No creo que por culpa de cinco jueces y seis fiscales podamos meter a todos en la misma bolsa. Generalizar y ensuciar a todo el Poder Judicial por un puñado de jueces y fiscales que se prestaron a la manipulación que hizo Mauricio Macri y su gobierno de la justicia sería un error grave”, indicó.
Y añadió: “Tanto el Presidente como la vicepresidenta y el presidente de la Cámara baja comparten la misma mirada sobre la situación actual de la justicia, los problemas que tiene hoy y la transformación que necesita. El Presidente y la vicepresidenta tienen la necesidad, y así me lo transmitieron, de garantizar el estado de derecho”.
El ministro de Justicia remarcó que “la cúpula del poder Judicial” se prestó, a su juicio, a una manipulación por parte de Macri y dijo que esto “no es algo nuevo”.
“Lo hicieron a fines de los 90 cuando se valieron de la mayoría automática de la Corte menemista para ser absueltos de evasión impositiva. Repitieron esto de alguna manera en el gobierno de Macri y esta vez desde el propio Estado. Macri buscó designar dos jueces de la Corte Suprema por decreto que fueron después bastante funcionales. Esta transformación que debemos tener tiene mucho que ver con la Corte Suprema”, aseveró.
Añadió que “todo lo que se haga en contra de las corporaciones siempre se toman como ataques o embestidas” y afirmó que “esos mismos que alientan estas expresiones son los que no dicen nada de los jueces o fiscales entrando a escondidas en la Casa Rosada o el escándalo de ingresos en la Quinta de Olivos”.
En ese sentido dijo que las visitas al entonces presidente Macri atribuidas a los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos confirman “el nivel de afectación de la independencia del Poder Judicial y el nivel de parcialidad en el que cayeron. Es una prueba obscena de la vulneración del estado de derecho”, apuntó.
Y añadió: “Llama la atención que funcionarios judiciales no se hayan excusado (de causas como la ruta del dinero K o corrupción en obra pública) y hayan sido tan torpes de entrar a la Rosada y a la Quinta de Olivos y a los días siguientes sacar fallos rimbombantes para las tapas de los diarios. No sé cómo van a terminar esas causas pero quedó demostrado que está comprometida la transparencia y la imparcialidad e independencia de los funcionarios judiciales”.
Sobre el impulso del gobierno a la reforma judicial y los cambios en el ministerio Público Fiscal, Soria llamó a “la búsqueda de diálogo y el consenso”.
“Hay un sector de la oposición totalmente reaccionario y eso se debe a que fueron parte de ese entramado de promiscuidad que erosionó el estado de derecho durante el macrismo, pero ese sector no representa el espíritu del resto de la oposición”, indicó.
Y agregó: “Un sector de la oposición trata de reducir lo que intentamos hacer a la búsqueda de impunidad. Está tan utilizada y gastada esa frase y tan alejada de la realidad no hay ningún proyecto que vaya en ese sentido”.
Al respecto dijo que se habla “de la mesa judicial y manipulación de la justicia. Llevo una semana como ministro y el rol es más amplio y tiene que ver con solucionarle los problemas a la gente, lograr que la adopción no sean trámites eternos, mejorar el tiempo de respuesta a juicios laborales, desalojos y femicidios. Es tan obsceno lo que hicieron de manipular a la justicia para perseguir opositores que tenemos que estar hablando de estas cosas”, enfatizó.