El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dijo que los «consumos esenciales», como alimentos y medicamentos, deben tener regulación del Estado.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, señaló hoy que evalúa controlar el precio de los medicamentos, por entender que «no puede haber consumos esenciales que no tengan algún grado de regulación del Estado».
«No puede haber consumos esenciales como alimentos o medicamentos que no tengan algún grado de regulación del Estado. No puede quedar librado a la asignación de recursos que hace el mercado. Nadie dice que las empresas prestadoras, productoras o laboratorios no tienen que ganar plata, pero esto es así», aseguró el funcionario.
Feletti se reunirá este martes con la titular de PAMI, Luana Volnovich, y mañana con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para abordar la cuestión.
De acuerdo con relevamientos efectuados por el Colegio de Farmacéuticos, los precios de los medicamentos promediaron el 45% de aumento y los de mayor prescripción médica se incrementaron 86% en lo que va del año.
Por tal motivo, Feletti dijo en declaraciones radiales que «no hay política de ingresos que se sostenga si en los consumos esenciales hay apropiaciones indebidas. Nadie dice que las empresas no tienen que ganar. Pero todos sabemos que a los monopolios, si no se los regula, ajustan por precio y no por cantidad».
En ese sentido, añadió: «El consumo de la Argentina no puede quedar encorsetado a los planes de negocios de 30 o 40 empresas. Esto también hay que ponerlo en discusión».
Con respecto al plan de congelamiento de precios por 90 días que comenzó a aplicar el Gobierno, el funcionario destacó que tiene un alto grado de cumplimiento.
«La medición concreta dio casi un 78% de cumplimiento en la primera semana. Ese cumplimiento también se refleja en una baja promedio de la canasta de supermercado. El cumplimiento es bastante homogéneo», subrayó.
A la vez, insistió con que «tomamos la medida para frenar la escalada y creemos que esa escalada se frenó. Ahora nosotros vemos como objetivo más a largo plazo garantizar una canasta básica amplia, de 1.400 ó 1.500 productos, consensuada, acordada y regulada, que asegure el acceso a alimentos sin sobresaltos. Que haya certezas en una canasta de supermercado».
«Podés tener la mejor paritaria, la mejor fórmula de movilidad previsional, pero si todo se te va con la canasta estamos mal», concluyó.