El presidente de Ucrania participó este martes a través de videoconferencia en la sesión de la Cámara de los Comunes del Reino Unido. “No queremos perder nuestro país”, aseguró
En medio de la invasión a su país por parte de las fuerzas de Rusia, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelesnky, participó este martes a través de videoconferencia en la sesión de la Cámara de los Comunes del Reino Unido. Los diputados británicos lo aplaudieron de pie antes de su mensaje. Ésta es la primera vez que un líder extranjero se dirige a los parlamentarios en la Cámara de los Comunes; ya que este tipo de discursos tienen lugar en el salón de Westminster.
“Nosotros estamos luchando esta guerra porque no queremos perder lo que tenemos; no queremos perder nuestro país”, dijo el mandatario. “Ustedes harían lo mismo si estuvieran ante esta situación; como lo hicieron cuando se enfrentaron a una situación así durante la Segunda Guerra Mundial cuando lucharon contra los nazis”.
Invocando el desafío durante la guerra del primer ministro británico Winston Churchill, prometió el martes “luchar hasta el final”: “No nos daremos por vencidos y no perderemos. Lucharemos hasta el final, en el mar, en el aire. Seguiremos luchando por nuestra tierra, cueste lo que cueste, en los bosques, en los campos, en las costas, en las calles”, dijo.
“Misiles de crucero han sido lanzados contra nuestro país. Fueron enviados a nuestro país y tuvieron como objetivos a hombres, mujeres y niños; civiles ucranianos”, denunció sobre el ataque que ordenó Vladimir Putin. A pesar de eso nosotros estamos haciendo lo que podemos para defender a nuestra frontera, a nuestras ciudades. Nuestro ejército está allí para proteger a nuestros civiles
“Los bombardeos no nos quebraron”.
La presidente de la Cámara Baja británica, Lindsay Hoyle, había anunciado la intervención del mandatario ucraniano, que fue programada para las 17.00 (hora local): “Todos los parlamentarios quieren escuchar directamente al presidente, quien nos hablará en directo desde Ucrania, por lo que esta es una oportunidad importante para la Cámara”.
No es la primera vez que Zelensky participa de este tipo de actos: ya empleó la pasada semana este mismo método para conversar con los diputados del Parlamento Europeo, a quienes les pidió apoyo y la adhesión inmediata de su país a la Unión Europea, y posteriormente con congresistas estadounidenses, a quienes les solicitó el envío de más aviones para combatir a las fuerzas invasoras y nuevas sanciones económicas.
Luego de estas intervenciones, las empresas de tarjetas de pago Visa Inc y Mastercard anunciaron la suspensión de sus operaciones en Rusia, uno de los reclamos del presidente ucraniano, y los miembros de la UE acordaron iniciar el proceso para que Ucrania, Moldavia y Georgia se puedan convertir, en un futuro, en miembros del club comunitario.
Ahora, Zelensky habló ante el Parlamento del Reino Unido, país que ha instado este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU a Rusia a rendir “cuentas por sus acciones” y ha asegurado que investigará las “violaciones de Derecho Internacional” perpetradas por Rusia.
“Haremos que Rusia rinda cuentas por sus acciones e investigaremos a fondo las denuncias de crímenes de guerra y violaciones del Derecho Internacional”, ha señalado la embajadora británica ante Naciones Unidas, Barbara Woodward, en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en Ucrania.
Tras recordar que la crisis humanitaria en Ucrania ya ha dejado más de 1,7 millones de refugiados y que la ONU espera que esto aumente a 4 millones en las próximas semanas, Woodward remarcó que “lo que el pueblo ucraniano realmente necesita es el fin de esta invasión”.
En este sentido, la funcionaria hizo hincapié en que “Rusia termine su guerra antes de que traiga aún más tragedia a Ucrania, y aún más vergüenza para su propia nación”.
En tanto, el propio primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ya anunció una ayuda adicional de 130 millones de dólares (119 millones de euros), lo que eleva el apoyo total a Ucrania por parte de su gobierno a 520 millones de dólares (cerca de 478 millones de euros).