Entre las víctimas de las lluvias, las más intensas medidas en 24 horas desde que hay registros, hay dos bomberos y residentes de seis casas arrastradas por un río. En Bélgica hay otros seis fallecidos
Al menos 58 personas han muerto y varias decenas más siguen desaparecidas este jueves a consecuencia de las fuertes lluvias —las más intensas medidas en 24 horas desde que se tienen registros— que se han producido durante la noche y la madrugada en el oeste de Alemania. La tromba de agua ha provocado el desbordamiento de ríos, ha arrastrado varias casas y ha inundado sótanos, donde algunas personas atrapadas en ellos se han ahogado. Al menos 200.000 personas se han quedado sin suministro eléctrico, hay zonas sin cobertura telefónica ni internet y varias líneas ferroviarias y carreteras han quedado cortadas. Las inundaciones han afectado también a regiones de Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos y el este de Francia.
El agua se ha llevado por delante coches, casas y hasta calles enteras en regiones de dos Estados alemanes del oeste, Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, con 18 millones de habitantes, y Renania Palatinado. Muchas carreteras siguen siendo intransitables -la televisión pública ha mostrado imágenes de varios tramos desplomados- y hay personas a las que todavía no ha llegado la ayuda de los servicios de emergencias. La policía de Coblenza ha puesto en marcha un número para dar parte de personas desaparecidas. Son varios los ríos desbordados y se teme por algunas presas que podrían no aguantar la presión del agua. Imágenes grabadas desde drones muestran pueblos enteros con las calles cubiertas de agua. Son las peores inundaciones que vive Alemania en las últimas décadas, más devastadoras incluso que las que sufrió el este del país en 2002.
La canciller, Angela Merkel, de visita oficial en Washington, calificó de “catástrofe” lo ocurrido y dijo estar “en shock” al conocer el alcance de la tragedia. “Es imposible describirlo con palabras”, señaló en una breve comparecencia antes de reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden. Merkel dijo estar en contacto con los líderes de los dos Estados afectados; el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, y el del Interior, Horst Seehofer. La canciller vuela de vuelta a Alemania durante la noche del jueves al viernes.
Las autoridades de la región de Euskirchen, al sur de Bonn (Renania del Norte-Westfalia), han informado de 15 víctimas mortales. A última hora de la tarde del jueves los servicios de salvamento todavía no habían podido acceder a algunas zonas y seguía habiendo varias decenas de desaparecidos. En el distrito de Ahrweiler, que pertenece a Renania-Palatinado, se han contabilizado al menos 18 muertos después de que el Ahr, afluente del Rin, se desbordara y arrastrara seis casas en la localidad de Schuld, según ha informado la policía de Coblenza.
En la vecina Bélgica, al menos otras seis personas han fallecido en localidades cercanas a Lieja (este) por las lluvias torrenciales, según informa el diario Le Soir. Las autoridades de Namur, capital de la región de Valonia, alertaron de que todavía se espera que aumente el nivel del agua de los ríos Mosa y Sambre a lo largo de la tarde y la noche del jueves. “Planifique un alojamiento alternativo”, avisaron desde la cuenta oficial de Twitter.
En Holanda, las autoridades han pedido a unos 10.000 vecinos de Maastricht que evacúen sus casas porque hay peligro de que el Mosa se desborde a su paso por esta localidad, informa Isabel Ferrer.
Dos de los fallecidos en Alemania eran bomberos, de los que al menos uno murió ahogado. Se trata de un hombre de 46 años que participaba en las labores de salvamento en Altena (Renania del Norte-Westfalia) y que fue arrastrado en su vehículo de emergencia por el agua. En Colonia, una mujer de 72 años y un hombre de 54 años murieron en sus sótanos inundados. Se han producido más casos de ahogamientos en los sótanos en la localidad de Solingen y en Unna. En Bad Neuenahr (Renania-Palatinado), el Ejército tuvo que evacuar un hospital.
Muchos de los desaparecidos son residentes que se habían refugiado en los tejados de las casas que fueron arrastradas por la corriente del río Ahr, afluente del Rin. Las imágenes de Schuld muestran varias casas destruidas y otras, unas 25, que han quedado muy afectadas, según la policía local, por lo que hay riesgo de derrumbe. En un primer momento las autoridades hablaron de 30 desaparecidos en esta zona, pero la cifra subió pocas horas después a 70. El transporte ferroviario, por carretera y fluvial ha quedado interrumpido, al igual que la navegación en el Rin. Más abajo en el curso de este río, las lluvias provocaron inundaciones en ciudades como Colonia y Hagen, mientras que en Leverkusen 400 personas tuvieron que ser evacuadas de otro hospital.
“¡Es una catástrofe! Hay muertos, desaparecidos y mucha gente aún en peligro. Todos nuestros servicios de emergencia están de guardia las 24 horas del día y arriesgando sus propias vidas”, afirmó Malu Dreyer, primera ministra del Estado federado de Renania-Palatinado.
El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, candidato conservador a suceder a Angela Merkel como canciller en las elecciones generales del 26 de septiembre, se desplazó el jueves por la mañana a Hagen tras interrumpir su viaje de precampaña electoral por el sur de Alemania. “No dejaremos solos a los municipios y a los afectados”, aseguró a los medios de comunicación.
“No había visto algo así en mi vida”, dijo Erika Stollenwerk, residente del distrito de Ahrweiler, a la televisión pública SWR. “Hemos tenido inundaciones antes, pero nunca había caído tal cantidad de agua en tan poco tiempo. No nos ha dado tiempo a reaccionar. Cuando querías hacer algo ya era demasiado tarde”, añadió.
El meteorólogo Mark Eisenmann, de la cadena pública ARD, explicó el fenómeno meteorológico que ha provocado estas inundaciones: el encuentro de dos masas de aire, una del Mediterráneo, muy caliente y húmeda, y otra más fría del Atlántico, hizo que se produjeran lluvias abundantes y tormentas eléctricas en una zona muy extensa que los ríos no pudieron absorber. Los suelos de esta zona estaban además saturados porque en las últimas semanas ha llovido mucho. “Se han alcanzado valores extremos a los que no se había llegado nunca”, dijo. Eisenmann aseguró que no se puede sacar conclusiones de un único evento, pero que se nota la acumulación de estos fenómenos meteorológicos debidos al cambio climático.
La situación en Bélgica
En la vecina Bélgica, la zona más afectada por el temporal es la región de Valonia, y en particular las provincias de Lieja (este) y Luxemburgo (sur). En Spa, una localidad turística cercana a Lieja, el centro se encuentra totalmente inundado, mientras que en otra ciudad de la provincia, Pepinster, una decena de casas se ha derrumbado. Los habitantes de varios pueblos han tenido que ser evacuados, así como cientos de adolescentes que se encontraban en campamentos de verano.
Bélgica ha puesto en marcha una célula de crisis por las inundaciones. Aunque la situación meteorológica se ha calmado algo en las últimas horas, este jueves persiste el riesgo de un aumento del nivel de las aguas, informó el Ministerio del Interior de la provincia belga de Luxemburgo que, en un comunicado, ha recomendado a la población que se mantenga “vigilante”.
El servicio metereológico alemán ha advertido a su vez de que este jueves por la noche todavía se esperan fuertes tormentas en el suroeste de Alemania, con lluvias continuas que se prevé duren hasta el viernes por la noche.
La Unión Europea ha ofrecido su ayuda a los territorios afectados por las inundaciones en Alemania, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. “La UE está lista para ayudar”, tuiteó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Los países afectados, añadió, pueden solicitar asistencia a través del sistema de Protección Civil Europea.