Según informes del Gobierno de Vladimir Putin, la economía rusa creció un 3,3% en abril, después de un año de recesión provocada por las sanciones occidentales debido a la intervención militar en Ucrania. Igualmente, el Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo un 0,6% en los primeros cuatro meses del año, en comparación con el mismo período de 2022, que fue cuando comenzó la guerra contra Kiev.
En base al informe presentado por el Ministerio de Economía ruso, el PBI cayó un 2,7% en enero, un 2,6% en febrero y un 0,7% en marzo. En tanto, el crecimiento en abril se vio beneficiado por los aumentos en producción industrial y en el sector de la construcción, aunque se estancó la agricultura y decreció el transporte.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Reshétnikov pronosticó que el PBI ruso puede aumentar este año ligeramente por encima del 1,2% previsto por el Gobierno, si la evolución de la economía mantiene su tendencia actual.
El Banco Central de Rusia espera para el segundo trimestre un crecimiento del 4,2% interanual en el contexto de una base baja en los mismos tres meses de 2022. Además, prevé un avance de la economía nacional de entre un 0,5% y un 2%.
En el conjunto del ejercicio pasado, el PBI de la Federación Rusa disminuyó un 2,1%, mucho mejor resultado de lo previsto por expertos locales e internacionales.