A casi un mes del inicio de las hostilidades entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza causaron la muerte de más de 10.000 personas, de las cuales casi la mitad son niños y niñas, según el Ministerio de Salud palestino. La cifra de 10.022 muertos fue anunciada este lunes durante una conferencia de prensa en Gaza por el portavoz del Ministerio, Ashraf al-Qidreh.
Hasta ahora, 4.800 niños y niñas murieron por los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza desde el comienzo del conflicto, provocado por la incursión de militantes de Hamas a Israel que el 7 de octubre mató a más de 1.400 personas y secuestró a unas 240, entre ellas una veintena de nacionalidad argentina.
Los ataques israelíes de este domingo por la noche mataron a más de 200 personas en el norte del territorio palestino y en la Ciudad de Gaza, informó el Gobierno de Hamas.
Este lunes el Ejército israelí llamó de nuevo a los civiles a abandonar el norte de la Franja de Gaza, asediada desde el 9 de octubre y bombardeada sin descanso en represalia por el ataque lanzado por Hamas hace casi un mes.
La terminal de Rafah, que une la Franja de Gaza y Egipto, reabrió este lunes para permitir la evacuación de extranjeros y personas con doble nacionalidad, informó el Gobierno del movimiento islamista.
Hamas puso como condición para su reapertura que pudieran pasar ambulancias con heridos hacia Rafah tras el bombardeo israelí contra una caravana de vehículos sanitarios en la ciudad de Gaza.
En paralelo a su campaña de bombardeos, Israel libra desde el 27 de octubre ofensivas terrestres contra Hamas, movimiento al que prometió “aniquilar”.
El Ejército anunció este lunes que había llevado a cabo “ataques significativos” en el territorio y afirmó que sus soldados estarían “menos limitados” para actuar si los civiles se van hacia el sur del enclave.
Según el general Daniel Hagari, vocero del Ejército israelí, los soldados que operan en Gaza dividieron el territorio en dos, “Gaza sur y Gaza norte”. Los combates más intensos tienen lugar en el norte, donde, según Israel, se encuentra el “centro” de Hamas.
“Entonces podremos desmantelar a Hamas, bastión tras bastión, batallón tras batallón, hasta que logremos el objetivo final, que es liberar a toda la Franja de Gaza, de Hamas”, dijo el vocero israelí a la agencia de noticias AFP. Además, declaró que 347 soldados israelíes murieron durante el conflicto.
“Hemos informado a las familias de los 347 soldados caídos que murieron en combate mientras defendían Israel”, declaró Hagari en una rueda de prensa.
Este domingo, los líderes de las principales agencias de la ONU publicaron un comunicado conjunto para expresar su indignación ante el creciente número de víctimas.
“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Han pasado 30 días. Ya basta. Esto debe detenerse ahora”, escribieron, pidiendo también a Hamas que libere a los más de 240 rehenes que mantiene retenidos desde el 7 de octubre.
Los bombardeos afectan duramente a la población civil gazatí en este pequeño territorio de 362 kilómetros cuadrados poblado de 2,4 millones de habitantes.
Historia reciente
Desde el 9 de octubre, la Franja de Gaza está en un estado de “completo asedio” por parte de Israel, que ha cortado los suministros de agua, electricidad, alimentos e insumos médicos.
La Franja ya estaba sujeta a un bloqueo israelí por tierra, mar y aire desde que Hamas -considerado como una organización “terrorista” por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel- tomó el poder en 2007.
El Ejército israelí volvió a responsabilizar a Hamas de construir túneles debajo de hospitales, escuelas y lugares de culto para ocultar combatientes y planificar ataques, una acusación que el movimiento islamista negó repetidamente, y que sirve de justificación a Israel para bombardear esas instalaciones públicas.
En Israel, más de 1.400 personas fueron asesinadas el 7 de octubre durante el ataque de Hamas, sin precedentes por su escala y su violencia desde la creación de Israel en 1948.
Al menos 350 soldados israelíes murieron desde que comenzó la operación terrestre, según el Ejército.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, cuyo país se opone a un alto el fuego que cree que beneficiaría a Hamas, repitió el “compromiso de Estados Unidos para la entrega de ayuda humanitaria vital” a Gaza, durante una visita a Ramallah, en Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.
Más de 150 palestinos murieron en este territorio por disparos de soldados o colonos israelíes desde el 7 de octubre, según la Autoridad Palestina.
Este lunes, un palestino fue abatido en Jerusalén Este, anexada por Israel, tras apuñalar a dos mujeres soldado. Una de ellas fue gravemente herida y la otra sufrió heridas leves.
El Ejército israelí anunció también la detención de la célebre militante palestina de 22 años Ahed Tamimi por incitación al terrorismo, acusación que su madre niega enfáticamente.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó que su país estaba “trabajando entre bastidores” con sus aliados regionales para tratar de garantizar un flujo ininterrumpido de ayuda humanitaria.
Erdogan cortó el contacto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y retiró al embajador de Ankara en Israel. También decidió no reunirse con Blinken, quien mantuvo conversaciones en Ankara con su homólogo turco, Hakan Fidan.
La guerra convirtió barrios enteros de la Franja de Gaza en campos de ruinas y provocó el desplazamiento de 1,5 millones de personas dentro del territorio, según la ONU.
Por su parte, el paso fronterizo de Rafah, que une Gaza con Egipto, se abrió parcialmente el 21 de octubre para permitir el tránsito de convoyes humanitarios, aunque la ayuda ingresa a cuentagotas.
Un total de 451 camiones pasaron hasta el sábado, según la ONU. Y el rey de Jordania anunció el lanzamiento para por la fuerza aérea jordana de ayuda médica de emergencia en Gaza, destinada a un hospital de campaña jordano.
Otro foco de tensión es la frontera norte de Israel con Líbano, donde los disparos entre el Ejército israelí y Hezbollah -aliado de Hamas y apoyado por Irán- hacen temer un desborde del conflicto.
Desde el 7 de octubre, 81 personas murieron en el lado libanés, según un recuento de AFP, incluidos 59 combatientes de Hezbollah. Seis soldados y dos civiles murieron en el lado israelí.