El presidente Javier Milei advirtió que “el Mercosur y sus restricciones fueron un escollo para el desarrollo de los argentinos” y aseguró el bloque comercial “terminó convirtiéndose en una prisión” para sus socios. Lo dijo este viernes, durante la 65ª cumbre del Mercosur en Montevideo.
“El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas ni su potencial exportador”, planteó Milei, quien participa por primera vez del encuentro.
“Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar”, continuó, al tiempo que pidió buscar una nueva fórmula “sin anteojeras ideológicas” que beneficie a todos los países para que puedan comercializar más y menor.
En la misma línea, amplió: “Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si eso es comerciar libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en lugar de fortalecernos”.
“Este bloque no puede seguir siendo un cepo que limite a nuestros países”, señaló, y propuso “dejar atrás esta etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos, el exceso de regulaciones y la implementación de normas que frenan tanto el comercio interno como el resto del mundo”.
El libertario planteó además que “si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?”.
Milei dijo que a fines de los años 80, con un mundo “completamente fracturado” tras la Guerra Fría y la polarización ideológica, el bloque surgió como una forma de buscar la integración de los mercados de sus países, eliminando aranceles, burocracias y dobles imposiciones fiscales.
“Se propuso un sistema de arancel externo común para intentar proteger la industria de nuestros países, creyendo que esto traería un beneficio para nuestros ciudadanos. Lamentablemente, el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones”, añadió.
En este sentido, el primer mandatario comentó que no es una sorpresa para un liberal como él que el resultado de las medidas “haya sido el contrario al pretendido”, y sostuvo que el arancel externo común encareció las importaciones, volviendo a las industrias locales más caras, y cerró innumerables vías comerciales.
“No es casualidad que desde mediados de los noventa hasta el presente la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se haya reducido del 1,8% al 1,6%”, apuntó.
Y agregó que mientras países vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, el Mercosur se encerró en su pecera, tratando de alcanzar durante 25 años un acuerdo que hoy festeja, pero que “aún dista de ser una realidad”.
“No puede llamar la atención que la economía de nuestros vecinos haya crecido tanto más que las nuestras. Mientras que ellos tienen acuerdos de libre comercio con más de veinte países, nosotros tenemos tratados similares con el resto de América, Egipto e Israel”, añadió.
FuentE: TN