El presidente de Brasil reformó su gabinete en medio del auge en los contagios por COVID-19 y bajo fuertes críticas por el manejo de la pandemia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, realizó este lunes una profunda reforma ministerial, con cambio de titular de seis carteras, incluyendo las de Relaciones Exteriores, Defensa y Justicia, según anunció el Ministerio de Comunicaciones.
Los cambios se iniciaron por la mañana, con la renuncia del canciller, Ernesto Araújo, bajo el fuego de críticas por el fracaso de la política de Brasil para contener la pandemia de coronavirus, y se amplió por la tarde con cambios imprevistos.
En total dejaron su cargos los ministros de Ernesto Araújo (Relaciones Exteriores), Fernando Azevedo e Silva (Defensa), André Mendonça (Justicia), Luiz Eduardo Ramos (Secretaría de Gobierno), Walter Souza Braga Netto (Jefatura de Gabinete) y José Levi (Fiscalía General, o AGU).
Tres de los ministros fueron trasladados a otras carteras: Braga Netto se encargará de Defensa; Mendonça será Fiscal General; y Ramos pasará a la Jefatura de Gabienete. Mientras que Carlos Alberto Franco França tomará las riendas de Relaciones Exteriores, Flávia Arruda se encargará de la Secretaría de Gobierno y Anderson Torres tomará Justicia.
La sorpresiva salida del ministro de Defensa
El general de reserva Fernando Azevedo e Silva, anunció sorpresivamente su renuncia a su puesto como ministro de Defensa, horas después de que el canciller, Ernesto Araújo, comunicara al presidente Jair Bolsonaro su decisión de dejar su puesto.
Sumada a la del general Eduardo Pazuello al frente del Ministerio de Salud hace dos semanas, se trata de la tercera baja de un miembro clave del gobierno ultraderechista en la fase más aguda de la pandemia de coronavirus.
“Agradezco al Presidente de la República, a quien dediqué mi total lealtad a lo largo de estos más de dos años, por la oportunidad de haber servido al país como ministro de Estado de la Defensa”, escribió Azevedo e Silva en una nota divulgada a la prensa.
“Parto con la certeza de la misión cumplida”, agregó el militar, de 67 años, sin precisar si se trataba de una renuncia o de una destitución.
Azevedo e Silva formaba parte del gabinete desde la llegada de Bolsonaro al poder, en enero de 2019, y era uno de los ocho ministros (de un total de 22) con rango militar.
Ambas bajas en el Gobierno siguen a la sustitución, el pasado día 22, del general Eduardo Pazuello como ministro de Salud, sustituido por el cardiólogo Marcelo Queiroga en medio de una aceleración de la crisis sanitaria causada por el COVID-19, que ya ha matado a más de 312.000 personas en el país.
En el caso de Pazuello, el tercer ministro de Salud que tuvo el Gobierno de Bolsonaro desde la irrupción de la pandemia en el país, su salida fue producto de unas fuertes presiones de la derecha más moderada, crítica de su errática gestión de la crisis sanitaria, que hasta está bajo investigación judicial.
La renuncia del canciller
Las razones para la salida de Araújo son similares, mientras que el caso del general Azevedo e Silva no está claro. La renuncia de Araújo fue confirmada por fuentes del Gobierno, del Congreso y de su propio despacho, pero horas después Bolsonaro seguía sin decir una palabra sobre el asunto, sea para confirmar o desmentir la salida del canciller.
Aún así, la renuncia del ministro de Exteriores era pedida a gritos por muchos parlamentarios, hasta de la base oficialista, que acusaban a Araújo de haber creado fricciones con importantes socios de Brasil, todo lo cual le habría obstaculizado al país el acceso a vacunas contra el COVID-19.
La salida de Araújo fue requerida públicamente hasta por el jefe del Senado, Rodrigo Pacheco, y la senadora Katia Abreu, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, que encabezaron un coro engrosado por líderes de las dos cámaras legislativas, tanto de la oposición como del oficialismo.
El malestar se fundamentaba en críticas del canciller a China, Estados Unidos y la India, tras países claves en el escenario internacional importantes socios comerciales del país.
En el caso de China, Araújo tuvo roces directos con el embajador de Beijing en Brasil tras poner en duda la eficacia de las vacunas elaboradas en aquel país y aludir al origen del virus, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan.
Los mejores posicionados para ocupar el puesto que deja Araújo son los embajadores de Estados Unidos, Nestor Foster, y de Francia, Luis Fernando Serra. En los últimos días también se han barajado los nombres del secretario de Comunicación, el almirante Flávio Rocha, e incluso el del expresidente de Brasil Fernando Collor (1990-1992).