Un hombre mató a cinco personas, entre ellas un niño de 8 años, todos hondureños, en una localidad cerca de Houston, en el estado de Texas, después de que le reclamaran por el ruido que provocaba al disparar un rifle en un patio vecino, informaron hoy medios locales, en un nuevo tiroteo en Estados Unidos.
El sospechoso, identificado como Francisco Oropeza, un mexicano de 39 años, se encuentra prófugo y las autoridades dijeron que se emitió una orden de arresto en su contra
La Policía informó que encontró a las víctimas después de haber recibido un llamado que denunciaba acoso en la localidad de Cleveland, a unos 88 kilómetros al norte de Houston. Tres de los muertos eran mujeres y dos hombres, entre ellos el niño de 8 años.
Dos de las mujeres fallecidas estaba cubriendo con sus cuerpos a dos bebés, que sobrevivieron al ataque, dijeron las autoridades al canal ABC News. “Intentaban proteger a los bebés y mantenerlos con vida”, dijo el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, que aseguró que las víctimas recibieron disparos a corta distancia por encima del cuello, “casi al estilo de una ejecución”.
Los investigadores creen que el atacante estaba disparando su rifle semiautomático AR-15 en un patio vecino a la casa de las víctimas, cuando éstos le pidieron que parara porque estaban tratando de dormir a un bebé. El sospechoso supuestamente respondió: “Hago lo que quiero en mi patio”. Capers dijo a la emisora KTRK que un sistema de seguridad en la casa de las víctimas “lo captó acercándose a la puerta principal con un arma”.
Por su parte, el Gobierno de Honduras pidió aplicar “todo el peso de la ley” tras este “terrible crimen”. “Exigimos se aplique todo el peso de la ley contra el o los responsables”, dijo el canciller Enrique Reina al dar sus condolencias a los familiares de las víctimas en un tuit reproducido por medios hondureños.
Una problemática en aumento
En lo que va del año, hubo más de 170 tiroteos masivos en Estados Unidos, definidos así cuando cuatro o más personas resultan heridas o muertas, según la ONG Gun Violence Archive.
“Ya no es sólo en los bancos, colegios, supermercados o las iglesias que los estadounidenses temen convertirse en víctimas de un tiroteo masivo”, afirmó en un comunicado Kris Brown, presidente de Brady, una organización de prevención de la violencia armada.
“La gente de este país está siendo abatida a tiros con armas de asalto en su propia casa, y esa es la horrible realidad bajo la que seguiremos viviendo hasta que cambien nuestras normas y políticas”, señaló, según reprodujo la cadena CNN.
Estados Unidos, un país de unos 330 millones de habitantes, tiene unos 400 millones de armas y los tiroteos masivos son habituales. Los esfuerzos por endurecer los controles de armas llevan años paralizados en el Congreso, principalmente debido a la oposición de republicanos.