En un clima de inseguridad agobiante, los ecuatorianos y las ecuatorianas tienen una cita trascendente con las urnas para elegir, no sólo al próximo presidente y vicepresidente de este país sudamericano –de unos 18,4 millones de habitantes–, sino también a los parlamentarios andinos y asambleístas nacionales, provinciales y del exterior.
Un proceso electoral de magnitud que involucra a más de 287 mil ciudadanos encargados de velar por la transparencia y el cumplimiento de las normativas electorales: los Miembros de la Junta Receptora del Voto (MJRV).
Con casi 4.350 recintos de votación instalados a lo largo y ancho del país y en el exterior, este domingo no sólo será una fecha de decisiones políticas, sino también un momento en que se pondrá a prueba la integridad de todo el sistema electoral.
La fiesta cívica se ve empañada por las estadísticas criminales. Por caso, enero de este año se convirtió en el mes más violento en la historia de la tierra del cacique Jumandy, con 600 homicidios registrados en tan sólo 24 días.
Noboa quiere seguir
Encabezando las encuestas, el actual presidente, Daniel Noboa, busca la reelección. Con un plan centrado en la seguridad, la economía y la energía, este megaempresario nacido en Miami, Estados Unidos, propone continuar su lucha contra el crimen organizado y fortalecer los acuerdos comerciales. Además, se compromete a garantizar el suministro eléctrico, un tema sensible dada la creciente demanda y las dificultades del sector energético.
Por otro lado, Luisa González, candidata por la Revolución Ciudadana, ha hecho de la inseguridad uno de los pilares de su discurso. La protegida del expresidente Rafael Correa, promete restituir los ministerios de Seguridad y Justicia, reestructurar Interior y Gobierno, y recuperar la gestión pública de las empresas hidroeléctricas. Además, destaca la importancia de la igualdad de género, un tema que se presentó como fundamental en su campaña.
Sin embargo, la lucha por la presidencia no se reduce a estos dos nombres. La diversidad de opciones es amplia, y las propuestas de los demás candidatos abordan diversas problemáticas desde perspectivas distintas.
Pelotón de aspirantes
Por caso, Francesco Tabacchi y Blanca Sacancela, del Movimiento Creando Oportunidades (Creo), apuestan por un enfoque de “mano dura” en la seguridad, junto con la creación de un “escuadrón de pacificación” para enfrentar al crimen organizado. Su plan incluye también la expansión de la red eléctrica y la creación de nuevas oportunidades para el sector productivo, sin aumentar los impuestos.
Por su parte, Henry Cucalón y Carla Larrea, por el Movimiento Construye, apuntan su campaña hacia la “seguridad, el empleo y el futuro”, buscando respuestas para la creciente preocupación por la violencia y el desempleo.
En tanto, Jorge Escala y Lucía Terán, por el partido Unidad Popular, proponen una radical transformación en sectores clave como la salud y la educación, planteando incluso la eliminación de las fuerzas policiales y militares, lo cual sin duda ha generado un debate acalorado.
Carlos Rabascall y María Rivas, de Izquierda Democrática, prometen recuperar el espacio tomado por el crimen organizado, fortalecer el sistema judicial y apostar por una transición energética que favorezca tanto al ambiente como a la economía.
El Partido Social Cristiano, con Henry Kronfle y Dallyana Passailaigue, se compromete a fortalecer alianzas estratégicas y frenar el aumento de impuestos, mientras se enfoca en la inversión en energía y en la asesoría internacional en seguridad.
Por su parte, Leonidas Iza y Katiuska Molina, del movimiento Pachacutik, en caso de llegar al poder, buscarán renegociar la deuda con el FMI y sancionar a miembros de la fuerza pública vinculados al crimen organizado, mientras plantean una fuerte política internacional contra el narcotráfico.
Lucha contra la corrupción
Los otros binomios que aspiran a fijar domicilio laboral en el Palacio de Carondelet son Iván Saquicela y María Luisa Coello, por Democracia Sí; Jimmy Jairala y Lucía Vallecilla, de Centro Democrático; Wilson Gómez e Inés Díaz, del partido SUMA; Luis Felipe Tillería y Karla Rosero, de Avanza;
Los movimientos Amigo y Pueblo Igualdad Democracia (PID) también tienen su presencia en la contienda, con propuestas que incluyen la reforma de las instituciones públicas para erradicar el crimen organizado y la mejora del sistema judicial.
Este domingo, entonces, no sólo se elegirán autoridades, sino el rumbo de Ecuador en los próximos cuatro años. En esta multitud de propuestas y discursos, se jugará el futuro de una nación que enfrenta incertidumbres, pero también una nueva oportunidad para transformarse.