Este submarino desempeñará un papel crucial como uno de los principales medios de ataque de Corea del Norte. El líder supremo Kim Jong Un incluso inspeccionó personalmente el sumergible, evaluando sus sistemas de armamento y capacidades de operación submarina.
Se planea que el submarino patrulle las aguas entre la península de Corea y Japón. Este anuncio se produce en un contexto de crecientes tensiones regionales y la necesidad percibida del país de fortalecer sus fuerzas navales en respuesta a movimientos percibidos como agresivos por parte de sus vecinos, en particular Estados Unidos y Corea del Sur.
Aunque no se especificó qué misiles portará este submarino, Corea del Norte ha estado probando varios misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) y misiles de crucero que pueden ser disparados desde este tipo de embarcaciones. La capacidad de miniaturizar ojivas nucleares para estos misiles sigue siendo una incógnita.
Los expertos sugieren que este desarrollo podría apuntar a una versión navalizada del KN23, un sistema de lanzamiento que Corea del Norte reconoció previamente como portador de su ojiva nuclear compacta.
Fuente: El Litoral