Luego del funeral del papa Francisco en la Plaza San Pedro, al que asistieron cerca de 400.000 personas, los restos del Santo Padre fueron llevados a la Basílica de Santa María la Mayor, un deseo que él mismo dejó por escrito en su testamento.
Según informó el Vaticano, los fieles podrán visitar la tumba del sumo pontífice a partir de este domingo 27 de abril. De acuerdo al ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, «las autoridades ya están trabajando» para organizar todo tipo de cuestiones ligadas a la seguridad.
Este sábado, el cuerpo del pontífice llegó acompañado del cortejo fúnebre, luego de la misa que se llevó a cabo en la Plaza de San Pedro. Tras dejar los restos en la Basílica de Santa María de la Mayor, el cortejo de vehículos vaticanos partió de regreso hacia la Santa Sede.
No obstante, el Vaticano dio comienzo este sábado a los nueve días de duelo por la muerta del papa, un período que se lo conoce como Novendiales y el cual se extenderá hasta el domingo 4 de mayo. Luego, los cardenales se reunirán en un cónclave para elegir al nuevo pontífice.
A qué hora se podrá visitar la tumba del papa Francisco
Las autoridades confirmaron que el horario de visita será desde las 7 y hasta las 19 (hora local). También, informaron que la entrada será gratuita.
Incluso, según precisó Vatican News, el portal oficial de la Santa Sede, los cardenales que deben elegir al sucesor de Francisco también irán a visitar la tumba del fallecido pontífice. La delegación llegará en torno a las 16.
Cómo es la tumba del papa Francisco
La tumba del papa Francisco fue realizada en mármol de Liguria. Además, por pedido expreso del sumo pontífice, se eliminaron los tradicionales tres ataúdes de ciprés, plomo y roble.
También, posee una reproducción de su cruz pectoral,otro de los pedidos que dejó en su testamento.
«Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal», pidió el papa.
En cuanto al sepulcro, el Santo Padre dejó por escrito que debía «estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus«.