“Este año vamos a ser protagonistas porque lanzaremos nuestro propio partido: basta de ser cola de ratón”. Luis Barrionuevo confirmó de esta forma a Infobae que se propone convertir el Movimiento Nacional Sindical Peronista, creado en 2022, en una fuerza política para presentarse en las próximas elecciones por fuera del PJ y apuntar a un fuerte bloque de legisladores de extracción sindical.
La iniciativa será lanzada el viernes 7 de febrero en un asado que el líder gremial realizará en el Hotel Sasso de Mar del Plata, que pertenece a los Gastronómicos, con la presencia de dirigentes de distintos sectores internos. “Voy a invitar a todos; el que quiera venir, que venga”, afirmó.
“No hay que olvidarse que Momo (Venegas) tenía un partido y no está más. (Hugo) Moyano tenía otro partido y no está más. Tercera posición, que teníamos los gastronómicos, tampoco está. Pero ahora vamos a hacer un partido todas las organizaciones gremiales que se sumen y en 30 días estaremos constituyendo en todo el país el partido nacional del movimiento obrero”, dijo.
Barrionuevo insistió en que “acá no hay excluidos; los que quieran estar, van a estar y los que no, allá ellos” y destacó: “Cuando creé la Mesa Sindical Menem Presidente (en los años noventa) fuimos protagonistas y tuvimos 17 diputados nacionales y un montón de cargos; ahora vamos a ser protagonistas también”.
Ya es tradicional que este sindicalista convoque a todos sus colegas a un asado multitudinario en las instalaciones del Sasso, el hotel ubicado en Punta Mogotes, pero en este caso prevé aprovechar la cita para hacer el lanzamiento de su partido político en un decisivo año electoral, donde el sindicalismo tratará de tener más dirigentes en las listas de candidatos a diputado nacional y senador nacional para revertir el retroceso que se consolidó en las últimos años de representantes en el Congreso.
En las últimas elecciones de 2023, el sindicalismo sólo ganó 5 bancas de diputado nacional, cifra que marca la menor presencia del sector en el Congreso de los últimos 50 años. El dato confirma la pérdida de poder político y de influencia del gremialismo peronista: entre 1973 y 1976, los diputados de extracción sindical llegaron a ser 39; entre 1983 y 1993, 23; entre 1993 y 2003, 17; entre 2003 y 2011, 13; entre 2011 y 2019, 12, y entre 2019 y 2023, 10 (que finalmente quedaron en 8).
Hoy, la bancada sindical está integrada por quienes ganaron una diputación en los últimos comicios nacionales: Mario Manrique, de SMATA; Carlos Cisneros, del gremio bancario, reelegido; Jorge Avila, líder de los petroleros de Chubut, y Pablo Ansaloni, de rurales, más los diputados que accedieron al Congreso en 2021 y cuyo mandato vence este año: Sergio Palazzo, de bancarios; Hugo Yasky, de la CTA; Vanesa Siley, de judiciales, y Pablo Carro, de la CTA de Córdoba.
Para el sindicalismo, el dilema de cómo aumentar su presencia en el Congreso se multiplica porque el hecho de que Cristina Kirchner presida el PJ permite prever que muchos dirigentes poco afines o enfrentados a la ex vicepresidenta de Alberto Fernández quedarán afuera de las listas de candidatos. Es el caso del sector de Luis Barrionuevo y de la fracción que maneja la CGT, integrada por “los Gordos” (Héctor Daer, de Sanidad, y Armando Cavalieri, de Comercio) y los independientes (Andrés Rodríguez, de UPCN; Gerardo Martínez, de UOCRA, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias), y aliados como Roberto Fernández (UTA), Sergio Romero (UDA), Rodolfo Daer (Alimentación), Jorge Sola (seguro), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Julio Piumato (judiciales), entre otros.
Por eso, Barrionuevo pensó en crear un partido propio a partir de una estructura lanzada el 17 de octubre de 2022, Movimiento Nacional Sindical Peronista, presentado en su momento como un brazo político para disputar espacios de poder y lugares en las listas en las elecciones de 2023. Sin embargo, el armado de las nóminas de candidatos quedó condicionado a los vaivenes del Frente de Todos para definir la candidatura presidencial, que finalmente recayó en Sergio Massa, pero en ese acuerdo electoral los principales sectores sindicales quedaron marginados de las listas.
El 27 de noviembre pasado, en la sede del Sindicato de Obreros de Maestranza (SOMRA), el líder de Gastronómicos reflotó la idea en una comida con dirigentes de unos 40 sindicatos. No sólo estuvieron los alineados en su sector, como estaciones de servicio, Carga y Descarga, guardavidas, textiles y viajantes, entre otros, sino también representantes de Comercio, UOCRA, UPCN, Obras Sanitarias, UTA y La Fraternidad. Allí, Barrionuevo anticipó la jugada del partido propio y Oscar Rojas, líder de SOMRA y alfil barrionuevista, afirmó: “Nos cansamos de que utilicen la dedocracia y que el gremialismo no figure en nada.
Más allá de sus dichos, este nuevo partido sindical se ofrecerá justamente como alternativa electoral ante un PJ dominado por Cristina Kirchner, lo que garantiza que en las listas de candidatos aparezcan nuevamente diputados K de extracción sindical cuyos mandatos se vencen el 10 de diciembre, como Palazzo, Yasky y Siley. ¿Puede haber lugar para otros sectores sindicales enfrentados con la titular partidaria? Parece difícil. Otro nombre que se menciona como candidato a diputado también es cercano al kirchnerismo: Pablo Moyano, enemistado con su padre, Hugo.
La incógnita que se abre es si la convocatoria de Barrionuevo a formar un partido tendrá muchas adhesiones entre sus colegas de otros sectores. El líder del Sindicato de Camioneros y sus hijos Facundo y Jerónimo, por ejemplo, se acercaron a las 62 Organizaciones, el tradicional brazo político del gremialismo peronista, conducido por el taxista José Ibarra: la agrupación mantiene buenas relaciones con los gobernadores del PJ y no quiere saber nada con Cristina Kirchner, e incluso hay redes tendidas con el titular de La Libertad Avanza bonaerense, Sebastián Pareja.
Hugo Moyano, a la vez, reactivó el Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET), que fundó en 2013 para tener protagonismo político, pero nunca tuvo muchos votos. Hoy, la agrupación es presidida por Huguito Moyano, hijo del líder sindical, abogado y dirigente de Camioneros.
¿Confluirá todo el espectro sindical no kirchnerista en el partido que lanzará Barrionuevo? Lo único cierto es que los dirigentes gremiales necesitan imperiosamente tener más fuerza en el Congreso. Ante un gobierno libertario que amaga con más modificaciones en las leyes laborales y sindicales en caso de un triunfo electoral contundente, un bloque legislativo propio sería una herramienta clave para impedir que la administración de Javier Milei avance hacia esos cambios tan temidos.
Fuente: Infobae