A una semana exacta para el próximo partido la continuidad del DT canalla está en veremos y las próximas horas serán decisivas para saber si seguirá o no en su cargo; aunque la sensación que dejó este sábado es que su futuro quedó condicionado a lo que suceda el domingo en el duelo ante Banfield
Un día movido. Así fue el sábado que se vivió en Central. Es que la derrota en cancha de San Lorenzo sumada a la disputa que hubo minutos antes de la finalización del encuentro, en la cual se lo vio al entrenador muy nervioso caló bien hondo. Y su ciclo quedó en jaque. Hubo distintas reuniones donde los dirigentes expresaron su mirada y analizaron el presente y el futuro. Más allá de eso, a una semana exacta para el próximo partido la continuidad de Cristian González está en veremos y las próximas horas serán decisivas para saber si seguirá o no en su cargo; aunque la sensación que dejó el sábado es que su futuro quedó condicionado a lo que suceda el domingo que viene cuando el Canalla reciba a Banfield.
El Kily dirigió hasta aquí dirigió 21 encuentros de los cuales su equipo ganó 7, empató 5 y perdió 9; alcanzando así una efectividad de 41,26 por ciento de los puntos.
Más allá de todo lo que se puede analizar sobre el rendimiento que ha tenido el equipo durante estos partidos hubo un antes y un después luego de la eliminación de la Copa Argentina ante Boca Unidos. Allí, el entrenador perdió espalda para la mayoría de los hinchas y la comisión directiva se partió en tres; por un lado quedaron los que lo seguían bancando, por otros los que opinaban que su ciclo estaba cumplido y por el otro los que pensaban de que los futuros resultados iban a dar el veredicto.
El actual torneo comenzó con victoria, pero luego las derrotas ante River y Racing que tuvo entre medio el empate contra Godoy Cruz pusieron nuevamente al Kily en el ojo de la tormenta. Así y todo, el equipo mejoró en los partidos siguientes y sacó 5 puntos sobre 9 posibles. Pero el viernes el paso hacia atrás fue gigante y encima los hechos desafortunados del final dejaron al director técnico con una imagen negativa.
La madrugada de ayer fue larga y para el mediodía había rumores de que el Kily había decidido no continuar. Sin embargo, esto fue descartado por el propio entrenador al ser consultado por este diario. Lo cierto es que al cierre de esta edición el técnico seguía con el buzo puesto, los directivos quedaron en volver a hablar en este domingo de pascuas; pero la sensación es que ante Banfield el Kily tendrá la última chance de evitar el jaque mate.