Poco menos de un año duró la pesadilla. En diciembre pasado, a Santos le tocó hundir los tapones en el ascenso del fútbol brasileño por primera vez en su rica historia, pero a inicios de esta semana logró lo que tanto soñaba: volver a jugar en el Brasileirao. En medio de la euforia paulista, el Peixe tomó una importante decisión y le hizo un guiño a Neymar.
Esta gran campaña en la Serie B la hizo sin tener en su plantel a un N°10, por respeto a las glorias que defendieron esta mítica camiseta, en especial Pelé. “En el Campeonato Paulista podremos actuar normalmente con la camisa de número 10, pero en el Campeonato Brasileño, mientras no volvamos a subir a la máxima categoría, un nivel digno de Pelé, no actuaremos con la camisa número 10”, había expresado tiempo atrás su presidente Marcelo Teixeira.
El objetivo se cumplió y a partir de la próxima temporada volverá a verse en cancha este histórico dorsal. Así lo anunció el club en sus redes sociales: “La pesadilla que la nación Santos nunca mereció ha llegado a su fin. Santos es nuestra vida y nuestra vida volverá a ser feliz”.
El video, que no tardó en hacerse viral, recopila imágenes dolorosas de aquella noche en la que se concretó el descenso en Vila Belmiro y es acompañado por un discurso con aires épicos: “Porque el guerrero de fe nunca se congela, no agrada al injusto y no se acobarda. El Rey de reyes fue traicionado y sangró en esta tierra. Pero morir como un hombre es la recompensa de la guerra. Pero si se necesita ahogar en su propia sangre, así será. Nuestro espíritu es inmortal. Sangre de mi sangre. Entre el corte de la espada y el perfume de la rosa, sin mención honorable, sin masajes. La vida es loca, no me detendré en ella. Estoy de paso. Salud, Guerrero”.
Este posteo bajo el lema de “el 10 volvió”, además de ser una muestra del resurgimiento deportivo del club, es un inevitable guiño para Neymar, más allá de que en sus inicios defendió la N°11, pues la otra casaca era de Ganso o del argentino Walter Montillo.
Su contrato en Al-Hilal de Arabia Saudita finaliza a mediados del próximo año y la dirigencia ya activó el operativo retorno. “Neymar llega al Santos en junio. Esa es la conversación que estamos teniendo. Va para Santos”, indicó el vicepresidente del Consejo de Administración del Santos, Osvaldo Nico, en una charla con Programa Pânico.
De hecho, tiempo atrás, mientras se recuperaba de su grave lesión ligamentaria, el propio Teixeira le abrió las puertas y se ilusionó con un regreso más temprano que tarde: “Fue rápida, pero siempre son las más rápidas las que tienen un buen efecto. ¿Firmar un precontrato? No, no, es pronto. Todavía tiene que recuperarse mejor. Para jugar aquí tiene que recuperarse bien. Seguirá con la experiencia allí y luego vendrá”.
Ney siempre trató de ser mesurado con sus declaraciones y no generar falsas expectativas, pero sabe que el camino de vuelta a Santos está más allanado que nunca. Su continuidad en Arabia Saudita parece poco probable y hasta trascendió que analizan rescindirle el contrato. Lejos de su mejor versión, podría optar por volver al club que lo vio nacer y con el que dio el salto a Europa.
Además, el principal objetivo del brasileño de 32 años es llegar en buenas condiciones al Mundial de 2026, por lo que en el Peixe planean ofrecerle el salario más elevado de todo Sudamérica, porcentajes por acciones comerciales, por venta de camisetas y una parte de lo que recibirá la institución por la llegada de nuevos patrocinadores.
Cómo le fue a Neymar en Santos
Debutó el 6 de agosto de 2009 en la victoria como visitante frente a Curitiba por 1-0 y en 2013 fue transferido a Barcelona en 88.200.000 euros. En total disputó 220 partidos, convirtió 138 goles y ganó cinco títulos: tres Torneos Paulistas, una Copa de Brasil y la Copa Libertadores.
Su nivel en Santos fue tan bueno que en 2011 finalizó 10º en la elección del Balón de Oro, algo inédito para un futbolista que se desempeña en Sudamérica. Ya en el conjunto catalán conquistó tres Copas del Rey, dos Ligas, dos Supercopas de España, la Champions League y el Mundial de Clubes.