Adrián Temporelli, tesorero de la actual Comisión Directiva del Club Atlético Colón que preside Víctor Francisco Godano. Por primera vez en muchos años, el Balance del ejercicio será negativo y deficitario. Crédito:
Adrián Temporelli, el tesorero de la Comisión Directiva que preside Víctor Francisco Godano, aseguró que el club no va a esperar hasta el mes de diciembre para mostrarle a los socios los números reales del Mundo Colón. Al mismo tiempo, luego de cerrar el ejercicio al 30 de junio, reconoció que por primera vez en muchos años de la vida económica y financiera de la entidad del barrio Centenario, “los números del Balance de Colón serán deficitarios”.
En una entrevista con el programa ADN Gol (96.7), el tesorero sabalero fue explicando como nunca distintas cuestiones, entre otras los aspectos técnicos. Uno de los primeros puntos fue la famosa asamblea de socios, que deberá aprobar (o no) la Memoria y el Balance. Como se sabe, la fecha de cierre fue hace dos meses: el 30 de junio de 2024.
“La reglamentación entra en una zona gris en cuanto a los tiempos. Porque el Balance se inició con la gestión anterior (N.de R.: la de Vignatti) cuando Colón estaba en Liga Profesional…pasa que ahora no estamos más en Liga Profesional. Por lo tanto, el balance se compone mitad de Vignatti y mitad nuestra. No vamos a esperar hasta el mes de diciembre, la idea es llamar mucho antes a la asamblea de socios. Estimo, entre finales de septiembre y primeros días de octubre; no más allá de eso”, dijo el tesorero. O sea, “este balance de Colón es un balance con doble gestión”.
Luego, agregó: “Nos está faltando un punto que todavía no nos contestó la dirigencia anterior y bueno, necesitamos el papel de trabajo. Hablar de un número es muy pronto; esperamos la semana que viene donde ya tendríamos un número un poco más aproximado. Pero yo, a lo que voy siempre siendo contador, es que por ahí los balances pueden reflejar una realidad, pero lo que vale es la situación económica. Entonces, la situación económica es la que marca el curso. A simple vista el ejercicio del club será deficitario”, dijo el hombre que eligió Víctor Francisco Godano para el manejo de los números.
“Estamos entre todos y a la par; viene un estudio haciendo la Auditoría con todas las cosas que le vamos pasando, que ya van cerrando. Por estatuto, Colón a su asamblea la hacía siempre en diciembre, pero después se modificó y pasó a septiembre porque era una obligación que te daba la Liga. Hoy nosotros no estamos en la Liga, pero bueno, tenemos mitad de gestión en la Liga y mitad de gestión en la Primera Nacional”, reiteró en cuanto a los tiempos del llamado a los socios.
“Nosotros en ocho meses llevamos pagados 630 millones de pesos entre Cerro Porteño, River de Montevideo y Santa Fe Fútbol; 260 millones de juicios y honorarios; 250 millones de pesos por las desvinculaciones de Conti y Álvarez; 55 millones de Utedyc; 60 millones de Boletería Vip. Se rebalsó la palangana…en alguna nos tenían que agarrar. Hicimos uso del fondo anticíclico y depositamos para que se levanten las cuentas y podamos trabajar normalmente”, explicó.
En cuanto a la famosa (¿pesada?) herencia, Adrián Temporelli sentenció: “En el plantel había contratos muy altos y en dólares, la rescisión de Conti y de Favio Álvarez nos salió plata, no se habían pagado los préstamos que eran de 200.000 dólares cada uno; nosotros tuvimos que pagar 260 millones de pesos entre los dos para rescindir, pagando la mitad de los préstamos de cada uno”.
En cuanto al habilidoso Ruben Botta (en su momento, Godano había dicho: “Si se quiere ir, son 600.000 dólares o nada”), que se fue a Talleres, el tesorero explicó que, además de los préstamos de “Nacho” Lago y Bruno Juncos, “por la salida de Botta al club le quedaron alrededor de 250.000 dólares limpios”.
Otro de los casos polémicos es el de “Wanchope”, ya que Ramón Darío Ábila fue adquirido en su momento por Colón a Boca en dos millones de dólares. Se fue al descenso, se negó a jugar el ascenso y era patrimonio sabalero. “Ábila era un jugador que no se quería quedar en el club: el tercer año de su contrato que tenía con el club era muy alto; terminamos haciendo la operación con Barracas Central, canjeando deudas que el club tenía con él. Es la materia que le queremos explicar al socio en la Asamblea porque es un tema delicado, hay cláusulas de privacidad. Cuando se fue a Barracas, cobramos dinero en medio de ese canje; ahora que se fue a Huracán no cobramos nada. No estamos disconformes con el arreglo que hicimos, lo vamos a explicar en la asamblea”, aseguró el tesorero
En cuanto al colombiano Baldomero Perlaza, otro de los llamados jugadores-franquicia, Temporelli explicó: “Perlaza se fue, se le debían dos sueldos cobraba un sueldo bastante alto en dólares, algo así como 30.000 dólares y arregló por una cifra mucho menor y se rescindió el contrato”.
Ratificó que, al tomar el club había 300 millones de pesos en una cuenta y nada más. Había obligaciones por 4.450.000 dólares al oficial. En cuanto a los ingresos, reconoció que “lo único que teníamos para cobrar era lo de Chancalay que no sabíamos bien lo que teníamos que cobrar. La primera cuota que cobramos fue de 140.000 dólares y la próxima que es en enero o febrero de 2025 vamos a cobrar 750.000 dólares aproximadamente. Si mal no recuerdo quedó algo de Vigo que ya cobramos. Y a Eric Meza lo vendimos nosotros, cobramos una cuota y la segunda la cobramos en octubre”.
En lo que hace al polémico tema de Facundo Garcés, informó (a priori) de una buena noticia. “Desde mi punto de vista, el reclamo de Lezcano no corre más después del 1 de enero del año que viene, ya que se le dio la prioridad de venta, pero el jugador no se vendió y se fue libre. Colón salió perjudicado porque no pudo transferir al jugador, para nosotros nunca fue suficiente la cifra que ofreció el Alavés. Nosotros tuvimos ofertas por más del doble de lo que ofrecía Alavés y Facundo no las aceptó; él solo quería jugar en el Alavés”. De yapa, agregó: “Lanús ofreció 1.400.000 dólares por una parte inferior de su pase y Garcés no la aceptó. Y tuvo otra de México; la mejor oferta del Alavés fue la primera que era un préstamo con obligación de compra, pero muy lejos de lo que ofrecía Lanús que era 1.400.000 dólares de contado”.
Más allá de los embargos, reconoció que Colón salió adelante en las últimas horas con aportes personales de los actuales dirigentes de Colón. “Hay un fondo, pero el que la pone…necesita que se la devuelvan”. Dijo que el principal ingreso de Colón en el ascenso pasa por la cuota social.
En lo que hace a juicios laborales, posibles nuevos embargos e inhibiciones, aseguró que “Espínola reclama un contrato de 35.000 dólares por 18 meses, que es a dólar MEP, son alrededor de 700.000 dólares. Y nosotros le ofrecimos unos 145.000 dólares que eran los meses que estuvo y no cobró; al valor de lo que nosotros creíamos que era el contrato que correspondía al valor de 15.000 dólares mensuales. Ahora estamos esperando una contestación por parte de FIFA”.
¿Por qué no contrataron al “Pulga”?
Como se sabe, en el mercado de invierno, Colón se reforzó con la friolera de ¡siete! jugadores. Los cuatro que permitía el reglamento de la AFA y tres cupos más.
En el caso de Genaro Rossi y Oscar Garrido, llegaron ni bien se abrió. Después, se arregló la vuelta de Brian Farioli. Desde Uruguay, retornaron José Pablo Neris y Andrew Teuten. Finalmente, desembarcaron Joel Soñora y ahora Nicolás Fernández.
“Nunca nos ofrecieron al Pulga Rodríguez y tampoco lo pidió en su momento el entrenador, que era Iván Delfino”, respondió el tesorero sabalero.
Fuente: el Litoral