Mauro Vigliano cobró una falta inexistente en la última jugada del partido, que Enzo Copetti cambió por gol. Fue 1 a 0 en el Cilindro.
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Racing derrotó 1 a 0 a Independiente este sábado por la noche en un clásico de Avellaneda discreto, con pocas luces, en el marco del interzonal de la fecha 9 de la Copa de la Liga Profesional. Un partido que, aunque la Academia estaba mejor parado, iba camino a un empate, pero que un penal en la última jugada del partido le terminó dando el triunfo al local.
El encuentro se disputó con el arbitraje de Mauro Vigliano, el gran protagonista de la noche. El único gol del partido lo marcó Enzo Copetti en la última jugada, tras una falta inexistente de Sergio Barreto a Iván Maggi.
La decisión de Vigliano desató la furia de todo Independiente. Los jugadores fueron a protestar: no podían creer lo que había pasado. Los dirigentes del Rojo que estaban en el estadio comenzaron a cantar en contra del árbitro.
Mientras Racing festejaba el triunfo, en Independiente crecía la bronca con el juez principal. Algunos dirigentes, incluso, fueron al vestuario de Vigliano para reclamar por la jugada. Ahí, según informan fuentes cercanas a ambas instituciones, se desató un escándalo, incluso mayor al que se había vivido en el campo de juego.
En los primeros 45 hubo pocas jugadas de riesgo. Ambos iban paso a paso, sin apuro, como si no quisieran arriesgar más de la cuenta. Sabían que el clásico recién comenzaba y que ya tendrían tiempo como para ir con mayor intensidad. Pero, sin embargo, hubo una jugada a los 40 minutos que estuvo a punto de romper el marcador.
En una contra feroz, Jonathan Menéndez avanzó hasta quedar mano a mano con el arquero de Racing, Gabriel Arias. Parecía que ahí iba a estar el primer gol de la noche. Pero el futbolista de Independiente falló la oportunidad. Una oportunidad clara, de las que se presentan muy poco en esta clase de partidos, donde se lucha en cada centímetro del campo de juego.
Si Independiente había tenido una jugada muy clara, fue Racing el que tuvo la suya en el arranque del segundo tiempo. Un tiro de esquina desde la izquierda recorrió el área de punta a punta. Ningún jugador de la Academia pudo empujarla. En ese momento se encendían las alarmas en la visita, que empezaba a perder protagonismo.
Cinco minutos más tarde, Copetti tuvo un cabezazo que pasó apenas ancho. El escenario estaba claro: si el Rojo no reaccionaba, la iba a pasar mal. Racing, de hecho, terminó mejor parado en los últimos minutos, pero no lograba llegar con claridad. Hasta que Vigliano sancionó una falta que no fue, y Copetti, a sangre fría, le dio el triunfo al local.
La Academia venía de sufrir una dura derrota como local frente a Godoy Cruz (4 a 2) y, con este triunfo, se mantiene expectante en la Zona A, donde con 15 puntos está junto a Estudiantes como escolta del líder Colón (20).
La noticia del positivo en coronavirus de Darío Cvitanich preocupó a Racing el viernes. No fue la única ausencia: el entrenador Juan Antonio Pizzi tampoco pudo contar con el defensor Alexis Soto, aislado debido a que su esposa tiene Covid-19, y con el mediocampista ofensivo Ignacio Piatti, cuyo hisopado dio positivo. Leonardo Sigali, lesionado, tampoco estuvo en el clásico.
Independiente, que llegaba de perder como visitante ante Talleres (1-3), tiene 13 puntos y se ubica tercero en la Zona B, junto a Boca y Talleres, a seis unidades del líder Vélez.
Tras el paso del equipo por Córdoba se sucedieron los casos positivos de coronavirus, que comenzaron con el arquero Sebastián Sosa y siguieron con el técnico Julio Falcioni.
Luego se confirmaron los contagios de los futbolistas Lucas Romero, Nicolás Messiniti, Gonzalo Asís, Alan Soñora, Domingo Blanco, Ezequiel Muñoz y del preparador físico Gustavo Otero.
Lo mismo ocurrió con jugadores juveniles que suelen disputar los partidos de Reserva, como Federico Rotela, Diego Segovia, Patricio Ostachuk, Thomas Ortega y Renzo Bacchia.
A estas bajas se sumó el defensor Ayrton Costa, con una contractura que lo dejó afuera del encuentro frente a Racing. Todos problemas para un Independiente que empezó muy bien el campeonato, pero que en los últimos partidos no pudo encontrar el triunfo.
En medio de este panorama, la buena noticia para el Rojo fue el regreso de Silvio Romero, quien dejó atrás el virus y volvió a ser titular en el equipo. Mientras que Falcioni siguió el partido desde su casa, aislado, Omar Píccoli y Pedro Monzón (sus ayudantes) salieron al campo de juego.
A los 17 minutos del segundo tiempo Lucas González quedó tendido en el campo de juego del Cilindro de Avellaneda. El joven jugador de Independiente, de 20 años, recibió un feroz cabezazo de parte Joaquín Novillo, defensor de Racing, en un intento por disputar la pelota arriba.
Aunque fue una acción de juego, el que se llevó la peor parte fue el futbolista del Rojo, que tuvo que ser trasladado en ambulancia a una clínica cercana al estadio, donde se le realizan estudios para determinar la gravedad del golpe. Cuando lo sacaron del campo de juego le colocaron un cuello ortopédico.