La Academia se impuso desde los doce pasos tras igualar 0 a 0 en los 90 minutos. El equipo de Pizzi terminó con 10 por la expulsión de Mauricio Martínez
El mediodía nublado no opacó el espectáculo que animaron Racing y Vélez en el José Amalfitani. El encuentro que sirvió como aperitivo del Superclásico en La Bombonera, arrojó al tercer semifinalista de la Copa de la Liga Profesional.
Con la presencia garantizada de Independiente y Colón de Santa Fe en la instancia de los 4 mejores, la Academia y el Fortín animaron un duelo cargado de vértigo y tensión.
El equipo de Mauricio Pellegrino sólo tardó un minuto para demostrar por qué fue el mejor clasificado en la fase regular. Tras una notable acción colectiva, los de Villa Luro tuvieron la chance para ponerse en ventaja tras una asistencia de Thiago Almada que no pudo capitalizar Juan Lucero. Si el delantero no hubiera pecado de ansioso, el dueño de casa se hubiese puesto en ventaja desde el vestuario.
La juventud velezana continuó lastimando con la jerarquía de Ricardo Centurión. Justamente, el ex Racing se encargó de desarticular a la última línea albiceleste por derecha. Y la pasiva postura de los experimentados defensores académicos favoreció el juego ofensivo del Fortín.
La respuesta del elenco de Pizzi llegó gracias a su mejor hombre: Darío Cvitanich. El ex Banfield, Boca y Ajax, entre otros, se las ingenió para inventar faltas cerca del área de Alexander Domínguez y habilitar a Tomás Chancalay, quien desperdició la ocasión más clara con un disparo desviado.
Sin embargo, una mano innecesaria del Lolo Miranda le permitió a Thiago Almada estrellar un remate en el ángulo que despertó suspiros en Liniers. El precioso tiro libre que dejó estático a Gabriel Arias no terminó en gol por un milagro futbolístico.
La pelota parada fue otro recurso de Vélez para marcar la superioridad. La vía aérea de Matías de los Santos hizo lucir al arquero de la selección chilena, ya que el uruguayo se elevó en cielo porteño y buscó festejar con una definición cruzada. Una vez más, Arias se transformó en un factor determinante en Racing.
En el complemento no se modificó la tendencia del pleito. Vélez continuó a su ritmo arrinconando a Racing y Gabriel Arias debía intervenir para mantener la igualdad.
Los 90 minutos se diluyeron con la última escena que arrojó la expulsión de Mauricio Martínez. Por lo tanto, los boletos a las semifinales se dirimieron desde los doce pasos. En lo penales festejó la Academia gracias a su principal figura: Gabriel Arias.