Ignacio Piatti volvió de los Estados Unidos para jugar en San Lorenzo y lo echaron: “Les dieron todos los privilegios a los Romero y echaron tres técnicos”
Dolido por la situación actual de San Lorenzo y por el hecho de haber sido echado del club en el que tenía contrato hasta junio de 2022, Ignacio Piatti salió a hablar sobre lo vivido en su última etapa allí, luego de que Marcelo Tinelli, presidente de la institución, “me llamara durante los seis años que estuve en la MLS para que vuelva y después me mandaron un carta documento para echarme. Ni me mandaron un audio”. Y en ESPN apuntó contra él y, especialmente, contra los hermanos Ángel y Oscar Romero: “Si les das la llave del club a dos jugadores, pasan estas cosas. Estábamos solos, sin respaldo. Mariano Soso bancó bien al grupo, pero desde arriba le bajaron la consigna de que los Romero tenían que jugar, hay mucha plata. Desde la Secretaría del club nadie se mete”.
Las frases de la dura charla de Ignacio Piatti:
“Mariano los quiso separar una semana luego de que lesionaron al juvenil (Andrés) Herrera, pero de arriba le bajaron línea para que los meta de nuevo”.
“La secretaría técnica está con nosotros todos los días, pero no están con nosotros. Al club lo maneja Tinelli, pero no lo está haciendo bien”.
“¿Sabés cuál fue el mejor partido que jugó Soso? Contra Aldosivi, en Mar del Plata” (N. de la R.: fue el único partido en el que no estuvieron los Romero, porque era una fecha FIFA)
“¡Qué ejemplo le dan a los más chicos! Que hagan una cosa como ésa, fracturar a un compañero en una práctica en un táctico, y que sigan jugando. Tal vez a Mariano, le bajaron información de arriba. Tenés que tenerlos porque cuestan mucha plata, es caro el contrato”.
“Hablamos en el gimnasio, éramos 35. Fabri (Coloccini) no quería hablar y Seba (Torrico) no estaba. Me tocó hablar a mí. Les dije que esto era San Lorenzo, que teníamos que estar juntos por el bien del equipo. Me escucharon, pensé que estaba todo bien, pero no era así. Cuando les das tanto privilegio a dos jugadores pasa lo que pasó. Echaron a dos o tres técnicos. Para el DT, el 10 y el 11 eran ellos dos”.
“Lo llamé dos o tres veces a Tinelli y siempre me decía lo mismo: ‘perdonémoslos, porque son importantes’. Esto es lo que me pasó por meterme. Me echaron a mí. Y tal vez otros no hablan desde adentro porque creen que les puede pasar lo mismo”.
“El Mono Monetti lo quería matar a Ángel. ¡En un táctico lo fracturó! (a Herrera). Yo no lo vi. Me contaron porque estaba entrenando del otro lado. Mariano (Soso) me dijo: ‘No puedo creer la patada que le pegó sin necesidad’. A veces se te va la pierna. Pero ir a quebrar a alguien en un táctico, nunca lo vi”.
“Cuando llegué noté que el grupo estaba unido, menos ellos dos. Les expliqué cómo habíamos hecho para ganar la Libertadores, cómo metíamos todos para el mismo lado. Y Ángel me dijo: “¿Vos nunca te equivocaste?”. Le dije que sí, pero no como lo están haciendo ustedes. Me dijeron que iban a tratar de cambiar, pero nunca cambiaron”.
“Llegué y vi al grupo medio desgastado, dividido, pero no. Estaban todos por un lado y los hermanos Romero por el otro. Se les permitió tener kinesiólogo y chófer, muchas concesiones… Hasta arreglaban a la gente de seguridad para que nadie pueda estacionar en el lugar de ellos. Me tocó estar con Drogba en el Montreal Impact y él tenía un kinesiólogo personal, pero fuera del club”.
“Después de lo que pasó (la fractura de Herrera), vinieron a decirnos que si ganábamos el siguiente partido nos daban 15.000 pesos a cada uno. Cuando terminó me acerqué a saludarlos y felicitarlos, les dije que habían jugado muy bien y uno de estos chicos me dijo: ‘Tomá Nacho, esto esto es tuyo: 15.000 pesos’. No agarré la plata, por supuesto. Se manejan así. Yo no quiero 15.000 pesos, ¿qué son ustedes?”.
“Cuando quebraron a Herrera llamé a Marcelo (Tinelli) y le dije que estaba pasando algo grave, que tenía que ir al club y hablar. Me respondió que no, que le iban a pedir disculpas”.
“Nadie me llamó (para echarme). Me mandaron una carta documento el 23 de diciembre para que no me presente desde el 1 de enero. Lo llamaron a mi representante y le dijeron que no podían pagarme”.
“Se fue desgastando la relación en el tiempo que yo estuve, nos decían que íbamos a cobrar y cuando llegaba el día no pagaban, y al otro día lo mismo… Marcelo se enojó una vez porque estábamos concentrando sin la ropa del club. Me llamó como a las 11.30 de la noche y le dije que yo no decidía. Creo que desde ahí se enojó y me echó, directamente”.