En la semana previa al desquite versus Racing en Avellaneda por Copa Libertadores, Juan Román Riquelme decidió enfrentar a los micrófonos y habló de todo en una charla mano a mano con TyC Sports.
“Fue un lindo partido, siempre el partido de Copa Libertadores es especial. Yo creo que los 23 jugadores de nuestro equipo y los 23 de Racing fueron afortunados de poder vivir esa experiencia, de jugar ese partido. Lo mismo va a pasar el miércoles que viene. Seguro la cancha va a estar llena, para los 46 futbolistas son experiencias muy lindas. Estamos bien, contentos”, arrancó Riquelme.
“Es bueno que sean dos equipos argentinos porque quiere decir que uno va a estar en al semifinal. Vamos a enfrentar a un buen equipo, la cancha va a estar llena, ellos tienen mucha gente, son muy pasionales. Confiamos en los jugadores que tenemos”.
Asimismo se refirió al allanamiento que sufrió su hermano hace pocos días y denunció una persecución en su contra. «Mi sensación es que la gente ya tiene claro lo que pasa. Todos sabemos que esta señora (la fiscal Celsa Ramírez) por ahí tiene un problema con los hinchas de Boca. Un día antes de Platense fue con armas largas al estadio. Eso es un tema”.
“Por el otro lado, esta persona mandó a declarar a mi hijo durante la pandemia, y esto es un tema mío. No sé si tiene un problema con lso Riquelme porque después mando a allanar la casa de mi hermano”, prosiguió.
En esta línea realizó un pedido público que rozó la ironía. “Yo le tengo que pedir que me devuelva la computadora de la hija de tres años de mi hermano, porque los usa para bailar, la nena está aburrida. Si ella tiene hijos que le devuelva la computadora de la nena. Eso es un tema personal mío”.
“Y después los Bosteros tenemos claros que tienen problemas con nuestra cancha, nuestros hincas, las cosas hablan por sí sola, será un año divertido, van a ensuciar por todos lados, me lo hicieron como jugador de fútbol, me vendieron como a un diablo”. “Gracias a Dios no soy borracho, ni drogadicto, ni timbero, con todo respeto. Tengo dos vicios grandes, que es tomar mates y comer asado”.
“Jugaron fuerte: ya mandaron a declarar a mi hijo hace años. Cuando le dije a Agustín que entraron a la casa del Chanchi allanar se reía… Y bueno papi, sabemos cómo es, se reía. La mamá está feliz, sabía que iba a pasar esto porque se lo había avisado. Me dijo que estaba feliz. Y la María está contenta”.