Newell’s se llenó de rabia. El motivo es que no pudo continuar con la racha victoriosa bajo el interinato de Adrián Coria. Con muy poco, Sarmiento le arrebató tres puntos del Parque que les hubiesen servido para afirmarse en la zona de clasificación a una copa internacional. Encima el juez Pablo Dóvalo lo perjudicó al sancionar un tiro libre inexistente que le permitió al kiwi de Junín el tanto de la victoria. Por esas razones la lepra quedó verde de bronca, aunque también tuvo mucho de responsabilidad en esta caída. Es que le salió muy poco, fue inofensivo y en desventaja no mostró capacidad de reacción.
Por empezar, fue un mal primer tiempo de Newell’s. Asumió la iniciativa, sin generar nada en ofensiva. Carente de juego asociado y de circulación, chocando contra la defensa del kiwi, las únicas insinuaciones de la lepra fueron las corridas de Brian Aguirre sobre la izquierda. Justamente, en una escapada del juvenil en la que se fue hasta la línea de fondo, llegó el centro atrás y Campagnaro, de frente al arco, le entró en forma deficiente.
Newell’s fue en todo momento predecible. No hubo cambio de velocidad, funcionamiento aceitado ni desequilibrio individual. Ante la falta de respuestas, de a ratos se apresuró sin sentido. Faltó el jugador que maneje los tiempos y espacios. En ese juego confuso, Reasco encaró y la perdió siempre. Juanchón García quedó absorbido por la zaga rival. Garro encaró y rebotó contra los rivales. Luciano se repitió en centros con poca altura. Campagnaro no pasó con decisión a campo adversario.
Sarmiento se sintió cómodo con el formato de partido. Esperó y, en medio de un trámite desprolijo, se dedicó a lanzar centros con aproximaciones desde los costados o partir de la pelota parada. Con esa fórmula simple, complicó a una defensa de Newell’s que no estuvo muy segura de arriba. Salvo una corajeada de Ditta, desprendiéndose al ataque y rematando desde buena posición a las manos de Meza, Newell’s dejó pasar la primera etapa con poco fútbol.
Esa imagen apática se trastocó en el inicio del segundo tiempo. Salió a jugar con otra actitud y agresividad. Ni un minuto pasó que Meza debió revolcarse ante un derechazo de García. El uno volvió a exigirse ante un tiro de media distancia de Reasco. Entre una acción y otra, todo antes de los 10’, Aguirre ejecutó un tiro libre que pasó cerca.
El dominio fue de Newell’s. Lo que nadie imaginó en esos momentos es que un error de Dóvalo lo condicionaría para el resto del partido. El juez sancionó una falta inexistente de Garro sobre Lisandro López. Arismendi sacó un zurdazo que ingresó en el palo de Morales. La lepra quedó abajo 1 a 0 y con una bronca enorme.
Con más orgullo que ideas, el conjunto rojinegro se volcó a la ofensiva. A los empujones, con más fuerza que juego. Coria introdujo a Balzi por Luciano para tener mayor manejo, dejando solo a tres en el fondo. A Newell’s le costó mucho llegar. Apenas lo consiguió con un terrible cabezazo de García que Meza se arqueó y la mandó al tiro de esquina.
Impotente, Newell’s avanzó hasta el final con empuje y nada más. El 1 a 0 fue un castigo a la falta de fútbol, aunque Dóvalo tambien tuvo su parte en este traspié.
Fuente: La Capital