Este Newell’s necesitaba una señal confiable. Un nuevo paso en la misma dirección. Un gesto que apuntale la levantada que esbozó ante San Lorenzo. Un resultado que le permita seguir enterrando las remembranzas del clásico y lo animen a mirar adelante, con ansias renovadas, sin lastres a cuestas. En ese contexto, el 2-0 con Tigre, con goles de Ángelo Martino y Guillermo May en la expiración del pleito, representó un nuevo avance, un perceptible guiño de ratificación para que el equipo que dirige Gabriel Heinze se meta de lleno en la lucha por estar entre los cuatro primeros de la zona y arrimándose un poco a su ambición de alcanzar las copas internacionales.
Así, el conjunto leproso consiguió ganar dos veces seguidas de visitante en el ámbito doméstico, y esa rareza sirve para dimensionar correctamente este logro. Desde su paciencia, se aprovechó de las necesidades de un Tigre que acumula ahora seis partidos sin ganar y sin convertir goles. No fue fácil. Fue un triunfazo hijo de su propio esfuerzo, que premió al que se mostró más entero y decidido en el tramo donde se definió la suerte del cotejo.
Ferreira es la principal usina generadora de juego dentro del elenco del Gringo Heinze.
Tigre comenzó el encuentro proponiendo de manera más decidida, pero solo fueron tibias insinuaciones. Por su parte, Newell’s, sin lateral volante natural por derecha, inexplicablemente dejaba un sector liberado y como siempre, era Sordo el que debía cubrir en los retrocesos, otra vez resignando su potencial natural, esta vez por derecha. En el tramo inicial ninguno conseguía claridad, determinación, ni profundidad para tomar las riendas del pleito. Todos se veían atados, y ninguno podía romper esa chatura. A Newell’s le costaba hacer pie y se animaba con respuestas rápidas verticales, cuando recuperaba la pelota. Pero las terminaba mal. En velocidad, la resistencia del local mostraba algunas grietas. A los 20’, la lepra encontró la receta. Jugar agazapado y responder rápido para forzar las dudas del fondo del matador. En un duelo intenso, pero de muy bajo vuelo, ninguno conseguía acciones serias de riesgo. Los dos se nublaban cuando se acercaban a la chance de anotar. A los 28’, Recalde tuvo un remate en el borde del área que contuvo Marinelli. Fue de lo poco que generó hasta ahí el equipo del Gringo. Tigre, en tanto, siempre fue el que buscó más, tuvo oportunidades, pero su falta de confianza y de puntería le jugaron en contra. A los 34’, Recalde no pudo capitalizar un centro de Aguirre dentro del área. Y a los 36’, Aguirre tuvo la más clara entrando por izquierda, y su disparo se fue muy cerca del travesaño. Se la fabricó solo. Así, con poco, Newell’s demostraba que podía aspirar a llevarse tres puntos. De esa manera, en un escenario de disputa los dos demostraron fortalezas y debilidades que explicaron el 0-0 del entretiempo.
En el complemento, Heinze asumió su error y puso a Méndez por derecha. Allí el equipo entró en un encuadre más lógico. Con los jugadores cumpliendo las funciones naturales. A los 5’, Velázquez tuvo un cabezazo bajo tras un córner que pudo ser más peligroso. Poco después, Aguirre estuvo cerca tras algunas vacilaciones del fondo local. Con May en cancha (entró por Recalde) Newell’s ganó en pimienta y movilidad y jugó los minutos de arranque en campo adversario. A los 20’, Martino llegó muy libre por izquierda y su remate se fue muy cerca. En esos pasajes, siempre dentro de un cotejo muy chato, Newell’s asomaba un poco mejor plantado y desde las tribunas bajaba el reclamo por el dueño de casa. Parecía el momento de buscar el golpe decisivo. Y, a los 38’, en ese marco de tantas necesidades, el uruguayo Méndez se puso el traje de gran protagonista, hizo un surco por derecha y Martino abrió la cuenta definiendo abajo de cabeza. Enseguida, a los 40’, May se aprovechó de un grosero error de Marinelli y le puso cifras definitivas a un partido que tuvo todas las emociones en el epílogo. Así, sin brillar, con poco, acomodándose mejor en el segundo tiempo con nombres lógicos para cada puesto, le fue otorgando razones a sus aspiraciones de victoria, y desde esa postura forjó un triunfazo ante Tigre, otra vez en rodeo ajeno.
Fuente: La Capital