Punto final para Newell’s a la temporada. Punto que sumó en la modestísima cancha de Barracas Central para culminar en la 11° posición en la Liga Profesional y esperar el 2023 con una competencia internacional por delante, la Copa Sudamericana, plaza que consiguió tres fechas antes del final del torneo. La victoria que necesitaba por 7 goles de diferencia para tener chance de llegar a la Libertadores y que quedó en una utopía es cosa de menos. Tanto como el deslucido desempeño en esta última fecha del torneo. Pero nada de lo que se detalla a continuación opaca en lo más mínimo todo lo aceptable que hizo antes y durante el año. La lepra se puede quedar en paz.
El equipo que venía de vencer a Boca no apareció ni por asomo en la tarde del lunes. Sin juego en el medio, se repitió en pelotazos para que Juanchón García la baje de cabeza o para las corridas de Armando Méndez y Panchito González. Todo fue demasiado forzado y confuso. Barracas Central también prefirió saltar la línea media, a partir de la pegada de Iván Tapia, para atacar por los extremos. Valenzuela, ubicado a espaldas de Méndez y por delante, penetró seguido por izquierda. Así fue que se escapó y sacó un peligroso remate que exigió a Morales.
Newell’s era menos porque perdía las divididas, se mostraba vulnerable por los costados y no conseguía la pelota. Con poco, lo inquietaban. Para colmo, cometía errores que le pudieron costar caro. Como esa jugada en la que Lema la perdió en la salida ante Colman y Vázquez la tiró solo muy alta.
Hasta que a los 29’, el árbitro Luis Lobo Medina, previa verificación en la pantalla del VAR, sancionó penal por el impacto con el brazo de Julián Fernández en el rostro de Salvareschi. Tapia lo pateó esquinado y Morales se estiró y lo detuvo, para apaciguar algo el fastidio de una falta que todo Newell’s consideró que no fue tal.
Con el penal errado, el desarrollo se equilibró. El conjunto rojinegro se posicionó más adelante, si bien le siguió faltando fútbol y las pocas que tuvo las resolvió mal, en especial las que le quedaron a Francisco González. Pero al menos cambió la imagen y Barracas Central casi no le llegó.
Las esperanzas rojinegras se reducían a las trepadas de Méndez por derecha. El uruguayo pasaba y llegaba hasta el fondo. Una de esas jugadas culminó con el centro y el balón que dio en la mano de Calderara dentro de su área. Lobo Medina no sancionó nada. Y del VAR ni lo llamó Nicolás Lamolina.
Un derechazo desde larga distancia de García que atajó Arce fue una de las contadas situaciones de riesgo, de la lepra y del partido.
Y el nueve volvería a ser protagonista de una jugada clave, pero en el área rojinegra y en este caso con una intervención desafortunada. Se resbaló luego de que Tapia dejó parado a Lema y sin intención bajó al hijo del presidente de la AFA. Penal que esta vez ejecutó, y en gran forma, Valenzuela, para el 1 a 0.
Más con amor propio que con ideas salió a jugar el conjunto rojinegro el segundo tiempo. La controló mayor tiempo y levemente inclinó la cancha. Lema estrelló, de cabeza, un tiro de esquina en el travesaño. Si bien de inmediato Morales salvó un mano a mano ante Mater, la visita insinuaba que era más.
Barracas lucía dubitativo en el fondo y semejantes desaciertos resultarían fatales. Una desinteligencia le permitió a Sordo, que ingresó por Garro, mandarla al fondo del arco en la primera que tocó.
Newell’s conseguía la igualdad y se siguió animando. Sin una gran agresividad, se fue arrimando al arco de Arce. Sordo encaraba por la punta, pero le faltaba compañía. Ferreira, reemplazante de Esponda, no le dio la generación que ayer tanto se necesitaba. Y ya no estaba Méndez, sustituido por Jacob, que no pesó.
En el último cuarto de hora, la lepra la perdió y Barracas se fue animando, con empuje y centros que culminaban en la cabeza de algún futbolista rojinegro.
La última escapada de Sordo, cuyo centro, mal ejecutado, fue despejado por un defensor, con Ferreira ingresando libre de marcas por el medio, fue el cierre de la excursión de Newell’s en el torneo. Se fue con un punto, con poco brillo, pero que coronó un aceptable desempeño y la clasificación a la Sudamericana.
Fuente: La Capital