El Xeneize atraviesa una profunda crisis futbolística. El técnico se reunirá este martes con el Consejo de Fútbol y su salida del club es un hecho.
Boca atraviesa una profunda crisis. Luego de la eliminación en la Copa Libertadores, el equipo no logra levantar cabeza en la Liga Profesional: está en el fondo de la tabla -con apenas 4 puntos de 18 posibles- y lleva diez partidos oficiales sin ganar, situación que derivó en el fin del ciclo de Miguel Ángel Russo.
Con la coronación en la Superliga 2019/20 -ganándole el título a River en la recta final- y la Copa Diego Maradona, parecía que el técnico se afianzaba para renovar los aires en el Xeneize. Sin embargo, todo cambió en los últimos meses…
El equipo afronta una renovación importante: se fue un ídolo como Carlos Tevez (entre otros) y llegaron refuerzos que no demuestran su nivel (y que, ahora, tapan a juveniles que venían pidiendo pista, como Alan Varela y Cristian Medina).
Russo
En este contexto, Boca tuvo un pésimo arranque de semestre: cayó eliminado en los octavos de final de la Copa Libertadores (a manos de Atlético Mineiro y con escándalo por el VAR) y arrastra diez partidos sin poder ganar, igualando la racha de 1957, la máxima de la historia sin triunfos (entre torneo local, Libertadores y Copa Argentina).
La alegría por eliminar a River en la Copa Argentina duró poco: el Xeneize está penúltimo en la Liga Profesional, con 4 unidades, una por encima de Rosario Central y Vélez, que apenas cosecharon tres unidades en lo que va del certamen.
Encima, no hace goles: llegó a la marca de 599 minutos sin convertir tantos, que se cortó con el gol en contra de Miguel Torrén -por un tiro libre de Edwin Cardona- en el empate por 1-1 contra Argentinos en la Bombonera. El último tanto que anotó un futbolista de Boca fue Agustín Obando, contra Unión en la primera fecha, hace 711 minutos de juego, casi 12 horas.
Ahora, el Consejo de Fútbol y Miguel Ángel Russo se reunirán este martes para ponerle punto final a su segundo ciclo al mando del equipo.