Esperas sin poder ir al baño, calor, sirenas, cortes de agua: el volante enumeró las peripecias de la delegación entre el aeropuerto y el hotel de Calama. «A cada selección que venga a nuestro país tenemos que hacerla sentir lo más cómoda posible», se diferenció.
Rodrigo De Paul habló este jueves en conferencia de prensa después de la victoria por 2-1 sobre Chile en Calama y se dedicó a enumerar la extensa lista de maltratos a la que fue sometida la Selección Argentina en su paso por el país vecino, redondeando un relato tan increíble como inaceptable.
«Respecto a lo que pasó en la previa, como Argentina tenemos que, cuando vengan a nuestro país, hacer tratar a los demás países sudamericanos -que no dejan de ser vecinos- de la mejor manera. Creo que las cosas se podrían haber hecho diferente, nos tocó estar casi tres horas en el aeropuerto sin dejarnos ir al baño, haciéndonos bajar todos los bolsos después de dos horas y media de viaje. Intentamos tener la mejor predisposición, comento un poco nada más, no digo si está bien o mal», afirmó el mediocampista.
Pero los desaires no terminaron ahí, sino que siguieron en el alojamiento: «Llegamos al hotel, en las habitaciones hacían entre 30 y 32 grados, no andaban los aires acondicionados, tuvimos que abrir las ventanas para dormir, había sirenas, la gente no pudo dormir bien. Hoy nos levantamos, no teníamos agua. No sé si está bien o mal, yo digo como argentino y como jugador y representante de la Selección Argentina que a cada selección que venga a nuestro país tenemos que hacerla sentir lo más cómoda posible y ganar donde tiene que ser, en el campo de juego».
De Paul y el triunfo de la Selección Argentina ante Chile
«Veintiocho partidos invictos no creo que sean ráfagas. Hace más de dos años que este equipo no conoce la derrota. Si bien estamos preparados para cuando llegue, porque esto es fútbol y se gana y se pierde, tenemos el trabajo y la humildad de representar a nuestro país, cuando hacés eso no hay amistosos. El partido que sacamos adelante hoy nos va a hacer crecer mucho en lo mental, podían pensar que íbamos a entrar más relajados porque ya estamos en Qatar, pero estoy muy feliz por cómo este equipo sale ante las adversidades», destacó.
«Nosotros hablamos, sabíamos que en algún momento íbamos a sufrir. Cuando una selección necesita ganar para ir a una Copa del Mundo tiene que arriesgar, pero nosotros supimos en qué momento hacer daño, enfriar el partido y acelerar. Queremos mandarles un beso muy grande a Emi Buendía, al técnico, a Ale Mac Allister, a Pablo Aimar, son gente que suma y por este covid que no nos termina de dejar tranquilos no pudieron estar, pero este triunfo también es de ellos, seguimos tirando todos para el mismo lado y espero que sigamos en esta sintonía», finalizó.