El París Saint-Germain avanza a paso firme en todas las competiciones. Con un hermoso gol de Lionel Messi, derrotó 1-0 al Olympique Lyon en el Groupama Stadium y quedó como único líder de la Ligue 1, disputadas ocho jornadas del certamen. Pero además rindió otra prueba de fuego ante uno de los elencos más fuertes del torneo galo, que le planteó seria resistencia y por momentos lo puso en apuros. Así y todo, la visita generó una importante cantidad de chances para convertir y transformó en protagonista al portero Anthony Lopes.
El dueño de casa planificó el encuentro con una presión extendida como la que le planteó el Mónaco al PSG, en el único partido de la temporada en el que le arrebataron un punto. Así, en los primeros compases, no dejó fluir a su adversario. La visita, en tanto, cada vez que perdió la pelota, procuró reunir a su tropa detrás de la línea de la pelota. Y salir rápido.
Pero cualquier plan queda detonado cuando aparecen las figuras que posee el elenco parisino. En consecuencia, a los 4 minutos, Messi rompió casi en la medialuna del área, soportó una patada desde atrás y combinó con Neymar, que le devolvió el balón redondito y frente al arco, justo para que lo acariciara de zurda y firmara el 1-0.
Y a los 9′, la sociedad argentino-brasileña casi produjo otro grito: Ney tocó para la Pulga, el remate lo sacó Thiago Mendes. El rebote le quedó a Ruiz, que volvió a probar, y la salvada estuvo a cargo de Tagliafico.
Con sus estrellas encendidas, las llegadas del PSG brotaron en cascada. A los 13′ se combinaron Neymar, Nuno Mendes y Mbappé, quien asistió a Messi. El argentino, con poco ángulo, intentó picarla, pero se impuso el arquero Mendes. Instantes después, el ex Santos dejó correr la bola entre sus piernas y le quedó a Kiki: el francés tiró cruzado y otra vez se impuso el portero.
Una vez que se repuso del golpe, el Lyon mostró su menú ofensivo. Y tuvo sus chances, especialmente a partir de Toko Ekambi y Lacazette, por virtud de los futbolistas y también por olfato para detectar las fallas en la salida. Donnarumma reaccionó en un par de oportunidades y el ex Arsenal contó con un cabezazo franco que pasó a centímetros del arco.
Pero cada vez que se activó el conjunto de París, con Messi como guía, lastimó. Y pudo haberse llevado algún gol más al vestuario. Lo mereció el ex Barcelona, por ejemplo, en el delicioso balón filtrado que le entregó a Hakimi, quien envió un centro atrás imperfecto para la entrada de Mbappé. O en la asistencia de aire que le ofreció al delantero francés, en cuya jugada el rebote terminó derivando en la Pulñga, que de nuevo se topó con Lopes, gran figura de la etapa inicial.
Antes del minuto del complemento, Messi casi vuelve a hacer magia: recibió un centro de Nuno Mendes, y cuando la jugada pedía remate, hizo la pausa y en un movimiento provocó que todos pasaran de largo. Ya con menos oposición, intentó un toque sutil, que el Lyon logró rechazar en la línea.
El duelo perdió ritmo, más allá de la buena voluntad del local de buscar el empate, ante un PSG al que le faltó tiza para cerrar los contragolpes que le ofrendaron los espacios. Encima, los de Galtier perdieron a Verratti por lesión y eso les sacó claridad para esquivar el asedio adversario.
El PSG sufrió, se salvó y también tuvo el tanto del remate con un pase de Messi a Neymar, cuyo remate dio en el cierre providencial de un contendiente. El gran partido del capitán albiceleste pudo refrendarse en el tiro libre que tuvo a su favor a los 90′. En posición perfecta para un diestro, remató de zurda, a un ángulo, y Lopes se volvió a imponer.
El conjunto de París ostenta 22 unidades, dos más que Olympique de Marsella. Y en la Champions comenzó con dos triunfos en dos presentaciones. Con el tridente ofensivo en llamas, se permite soñar con argumentos, muchas veces, de un lujo que pocos equipos se pueden dar en el concierto del fútbol mundial.
Fuente: Infobae