Equivocaciones en la última línea le permitieron a los locales ganar con un gol del delantero Di Santo y otro de Angel Romero en el cierre. El equipo del Kily empieza a quedar lejos de la zona de la clasificación. El final fue bochornoso. Vecchio y Blanco expulsados
Central perdió con San Lorenzo. 2 a 0. En un partido que concluyó en bochorno porque los jugadores terminaron envueltos en una pelea. Lamentable. Que derivó en las expulsión de Emiliano Vecchio por doble amarilla. Y después cuando el partido se reanudó se fue Blanco. En conclusión, el equipo canalla perdió mucho más que puntos.
Central perdió por una diferencia en el resultado que en la tabla de posiciones se convirtió más amplia. Porque el equipo del Kily empezó a alejarse del lote de equipos de la zona 1 que pugna por avanzar a la próxima fase de la Copa de la Liga Profesional. Derrota que tuvo mucha responsabilidad propia que mérito ajeno. Porque los errores sistemáticos derivan irremediablemente en resultados no deseados.
Central tiene una particularidad. Sus defensores son mejores atacando que defendiendo. Porque mientras generan situaciones de riesgo cuando avanzan hacia el terreno rival, también provocan momentos de zozobra en su propia área. Y esto, más allá de los goles a favor que pueden convertir o generar, lo más preocupante es que permiten que los adversarios lleguen a sus conquistas. A contramano de lo elemental, porque primero deben defender y después recién aportar en otras funciones.
Esto no es nuevo en el ciclo del Kily González, a tal punto que empezó a convertirse en crónico. Y esto lo privó de asegurar una victoria como ante Central Córdoba, como en esta ocasión frente a San Lorenzo le llevó a perder.
A los 31’, tras una buena jugada de Braghieri, derivó en un centro que encontró a Melano, que la peinó en el área para atrás, y dejó solo a Franco Di Santo. Laso quedó a mitad de camino y Torrent nunca cerró. Pero el delantero azulgrana la tiró afuera, rozando el palo izquierdo del arco de Broun.
Seis minutos más tarde, Broun buscó salir con Mateo Tanlongo, quien perdió la pelota ante la presión de un rival y trascartón cometió infracción. El tiro libre generó un rebote que encontró a Franco Di Santo otra vez solo por el sector derecho de la defensa canalla. Pero esta vez el delantero no falló. Gol. 1 a 0. Cuando no se corrige, las consecuencias son lógicas. Y Central sigue cometiendo errores incomprensibles en defensa.
El partido comenzó con un San Lorenzo comprimido, tratando de jugar en los 40 metros centrales, presionando a Central para hacerse rápido de la pelota, mientras que Central buscaba no desordenarse y con el control del balón empujar al rival hacia su arco.
En ese contexto la búsqueda pasaba por vulnerar por los costados, aunque Central visualizaba la posibilidad de con algún pelotazo sorprender a las espaldas de los zagueros locales.
Y así fue cuando Marinelli se escapó y quedó mano a mano con el arquero Devecchi, pero demoró en rematar y no pudo convertir cuando todo estaba equilibrado.
Pero el gol azulgrana rompió las equivalencias y desde ahí en más Central comenzó a empujar a San Lorenzo, con intentos de Vecchio y esfuerzo de sus compañeros.
Claro que cuando la pelota pasaba por los Romero el riesgo del segundo gol crecía, pero Broun ofrecía resistencia.
A los 55’ el Kily rompió el 5-2-1-2 y armó el 4-4-2 con los ingresos del Pupi Ferreyra y Zabala por Nicolás Ferreyra y Tanlongo. Pero todo siguió dependiendo de que Vecchio generara algo diferente para estar cerca de la igualdad.
Central perdió en el Nuevo Gasómetro. Los indicadores canallas en esta Copa de la Liga Profesional comienzan a ser negativos. Consecuencia de un equipo que no logra hacer pie en la cancha. Y que concluyó en un verdadero papelón. Con peleas incluso entre aquellos que debían poner calma y respeto. Y después del lío, San Lorenzo hizo el segundo mediante el gol de Angel Romero. Cosa juzgada.