Una triste noticia sacudió por completo al fútbol brasileño luego de la igualdad 1 a 1 entre Sport Recife y Fortaleza por la Copa do Nordeste (goles de Moisés Veira da Veiga y Gustavo Lopes) en el Arena Pernambuco. Una vez finalizado el encuentro, la torcida del conjunto local atacó con bombas y piedras el ómnibus que trasladaba a la comitiva visitante. Seis jugadores terminaron heridos.
Uno de los futbolistas más afectados fue el argentino Gonzalo Escobar. El ex lateral izquierdo de Colón de Santa Fe sufrió 13 puntos en su rostro y fue diagnosticado con un traumatismo craneoencefálico. El deportista de 26 años cuenta con suturas en la boca y la ceja izquierda. Producto del golpe en la cabeza será sometido a un examen de tomografía en las próximas horas, aunque el equipo médico del club informó que el oriundo de Alejandro Korn se encuentra “bien” y consciente.
Alguno de los otros jugadores que fueron heridos son su compatriota Emanuel Brítez, Ricardo (recibió un corte en la ceja), el lateral Dudu, el defensor Titi y el centrocampista Lucas Sasha (fueron alcanzados por fragmentos de vidrio).
Escobar, en su cuenta de Instagram, buscó llevar tranquilidad a sus seres queridos mediante una historia en la que detalló lo acontecido: “Primero quiero avisarles, familia y amigos, que estoy bien. Gracias a toda la gente que se preocupó y me escribió y mandó fuerzas y rezo por todo el equipo. Ya en casa, más tranquilo, contándola. Por suerte no pasó una tragedia. Acá con 13 puntos en la cara, unas manchas más al león. Pronto estaré de vuelta dando batalla”.
“El resto se va a ocupar la justicia o la gente que se encarga de eso. Eso no sirve en el fútbol, somos seres humanos, trabajadores como todos. Tenemos familia, hijos que nos esperan en casa también”, concluyó el marcador de punta.
Ante este cuadro de situación, Marcelo Paz, CEO de Fortaleza, fue tajante: “Fortaleza no tiene que volver al campo hasta que sus jugadores lesionados se hayan recuperado y los culpables hayan sido castigados. Estoy sufriendo emocional, física e incluso técnicamente. Mi portero tiene siete puntos en la cabeza, Escobar, que es el único que tengo, porque Bruno Pacheco está lesionado, tiene 13 puntos en la cara y ha sufrido un traumatismo craneal. ¿Quién va a pagar eso? Nuestra posición es no jugar hasta que se recuperen, espero que se recuperen pronto”. Y luego, añadió: “¿Por qué se permite esto en el fútbol? ¿Qué tipo de comportamiento libre es ése que permite que se insulte, ridiculice y humille a los profesionales del fútbol sin que pase nada? Si en cualquier ciudad del país pasa un autobús y alguien lanza una bomba dentro del autobús, será detenido inmediatamente y castigado, ¿Por qué se permite esto en el fútbol?”.
“Fue algo terrorífico, yo iba en el autobús, siempre me siento en los asientos delanteros. Volvíamos del partido, era tarde, más de medianoche. El autobús venía a buena velocidad y vi un movimiento de aficionados del Sport, notoriamente del equipo organizado, con camisetas amarillas, corriendo. Cuando pasamos un poco, hubo un estruendo, una explosión dentro del autobús y el terror. Nadie sabía lo que había pasado. Bombas, piedras, jugadores sangrando desesperadamente, gritos. El resultado fueron seis jugadores heridos”, manifestó el directivo.
Rodrygo, una de las jóvenes figuras brasileñas del Real Madrid, se expresó mediante un mensaje en su canal de WhatsApp, en el que dejó en claro su repudio a la violencia en el fútbol y su solidaridad con los jugadores. “El ataque al autobús de Fortaleza es inaceptable. Ya es hora de que nos unamos para cambiarlo. ¿Es ésta la imagen que queremos transmitir a través del fútbol? ¿Qué más hace falta para que el asunto se tome en serio y no se olvide hasta el próximo absurdo? Toda mi solidaridad con los jugadores y el personal del club. ¡No más violencia!”, manifestó el delantero de la selección.