Botafogo hizo historia en el Monumental de Buenos Aires. Con goles de Luiz Henrique, Alex Telles -de penal- y Júnior Santos, el Fogao de Thiago Almada venció por 3-1 al Atlético Mineiro de Gabriel Milito y se consagró campeón de la Copa Libertadores por primera vez en 106 años. De este modo, picó su boleto para los próximos Mundiales de Clubes y enfrentará a Racing en la final de la Recopa Sudamericana el año que viene.
Cualquier análisis previo que podía hacerse del partido se rompió al minuto de juego. Gregore, mediocampista del Fogao, metió una insólita plancha a la cabeza de Fausto Vera y recibió la tarjeta roja de Facundo Tello. A partir de ahí, se le hizo cuesta arriba al equipo del portugués Artur Jorge, al punto de que le cedió la pelota al Galo, que desaprovechó dos ocasiones de Hulk -atajadas por John- y una de Deyverson. Otro argentino, Alexander Barboza, fue el líder de una defensa que no se quebró pese a los embates rivales.
Pero como el fútbol es “dinámica de lo impensado”, según las palabras del honorable periodista Dante Panzeri, fue Botafogo el que pegó la primera piña en el partido. Y lo hizo mediante la intervención del argentino Thiago Almada. En una jugada repleta de rebotes y comenzada por el campeón del mundo, Luiz Henrique puso el 1-0 a los 34.
Fuente: TyC