El rebote de su auto se volvió incontrolable para el corredor británico que llegó a la clasificación del sábado con serios dolores en su espalda
Las imágenes de las jornadas de entrenamiento del GP de Azerbaiyán ya expusieron una situación que viene sucediendo desde que se inició la temporada con las nuevas reglamentaciones en los monoplazas. El Mercedes de Lewis Hamilton presentó serios problemas con el porpoising en las prácticas y el corredor británico encendió una luz de alarma por las dolencias físicas que desencadenó esa situación.
Los videos del rebote constante en el vehículo del siete veces campeón del mundo se viralizaron en redes sociales, pero el detalle sobre esta situación preocupó todavía más. “Parece que no podemos hacer nada, hemos cambiado tantas cosas pero parece que no podemos… es una locura porque en Barcelona no tuvimos nada y luego en todos los demás sitios lo hemos tenido. Es un fenómeno que no podemos entender. Es la misma cosa debajo del coche que sigue volviendo”, reconoció en declaraciones que replicó el diario inglés The Sun.
“Sinceramente, el viernes tuvimos tantos toques de fondo que no pude terminar mis carreras largas porque mi espalda estaba hecha un verdadero desastre. Gracias a Dios por Angela (Cullen), que me dio fisioterapia y acupuntura, y el sábado por la mañana todavía me dolía bastante”, reconoció el corredor de 37 años que tuvo como mejor resultado hasta el momento un tercer puesto en el estreno en Baréin.
Poco antes de que suceda esta compleja situación con el porpoising, Hamilton había brindado una entrevista con L’Equipe donde confesó que el “rebote” es lo que más está sufriendo: “Por supuesto, no es agradable. También están estos neumáticos nuevos, pero diría que lo que más me molesta es la entrada en las curvas. Debido al rebote, ya no puedo atacar la cuerda tan francamente como antes. Siempre he conducido así, muy agresivo en la entrada a las curvas. Ahí, con estas ondulaciones, tengo que retroceder constantemente”.
En medio de estas complicaciones, Hamilton logró clasificarse en la séptima colocación para la carrera que se desarrollará este domingo y tendrá a Charles Leclerc (Ferrari), Checo Pérez (Red Bull) y Max Verstappenn (Red Bull) en los tres primeros lugares de la parrilla respectivamente.
Mientras Mercedes no logra encontrar la programación adecuada, Hamilton ya puso una fecha límite: el GP de Silverstone durante el primer fin de semana de julio. “Desde que comenzó con nosotros, George (Russell) siempre ha tenido esta actitud muy positiva. Hace su papel a la perfección. Pero me está conociendo y estoy acostumbrado a decir cosas. Digo como son. Sé lo duro que está todo el mundo trabajando y tratando de entender este coche. Veo el progreso, mido que nos estamos acercando al potencial de este automóvil, pero aún queda mucho camino por recorrer. Espero que podamos acercarnos a los primeros lugares. El objetivo, diría yo, sería tener un coche capaz de ganar en Silverstone”.
En otro tono, Lewis reconoció que no piensa en la “jubilación” porque ama “mucho” lo que hace y aclaró que la temporada pasada no evaluó el retiro: “Conducir es mi pasión. Ocho títulos no hubieran cambiado mi vida. No me veo dejando un título…”.