Los actores se reencontraron con el público tras salvar su vida de milagro. “Esto es sanador”, aseguraron.
A tres semanas de haber salvado su vida de milagro en el derrumbe de Miami, Nico Vázquez y Gimena Accardi volvieron al teatro con “Una semana nada más”, la comedia que protagonizan en el teatro El Nacional junto a Benjamín Rojas, hizo referencia al momento traumático que vivieron. “Estamos agradecidos a la gente que nos acompaña desde hace tanto tiempo. Fue muy emotivo… Estamos recién tratando de entender lo que nos pasó y lo que vivimos y agradeciendo”, manifestó el actor al término de la función y reveló que aún no está listo para hablar en profundidad de la tragedia.
“Tenemos que tratar de entender nosotros, pensar en toda la gente que no puede contar la historia. Acompañarla con el sentimiento, rezar mucho por ellos, para que todas las familias estén bien. Sabemos lo que es tener pérdidas, hoy no sería apropiado, por respeto a mucha gente, hablar de esto”, agregó.
En referencia a la ayuda que recibieron en los últimos días, Gimena destacó: “Amor, amor… siempre hace bien. Obviamente son momentos que está bueno recibir ayuda profesional y estamos con eso. Siempre que nos ha tocado vivir experiencias no tan buenas hemos recurrido a personas expertas, para levantarnos todos los días y agradecer como siempre, esta vez un poco más porque fue un poco más cercano, pero estamos bien y juntos”. Y aseguró que el teatro “es sanador” le permite procesar todo de una manera más amena.
“Nos dedicamos a hacer algo que es tan hermoso, yo siempre digo que tenemos un trabajo que pocas personas se pueden dar el lujo que tener, que es venir a hacer lo que amas, que te aplaudan y te digan cosas lindas. Es más parecido a cuando un jugador de fútbol hace un gol, y todos lo gritan”, coincidió su marido.
Los actores habían viajado a Estados Unidos por cuestiones laborales y para disfrutar de unas vacaciones antes de volver a actuar. Se hospedaron en el departamento que les prestó un amigo en la torre ubicada en la zona de Surfside y aunque estaban acostumbrados a pasar las noches allí, horas antes del derrumbe decidieron salir a comer con un grupo de amigos, entre los que se encontraba Martín Bossi y eso fue lo que les permitió salir con vida del lugar.
“Vivimos un momento muy fuerte con Gime. Veníamos de cenar. Estacioné el auto como siempre en la cochera. Escuchamos un ruido muy fuerte y con una diferencia de seis segundos, se movió el ascensor y arrancó una polvareda muy fuerte. No entendíamos qué pasaba”, relató el actor en un audio que difundió para llevarle tranquilidad al público.
“No sabíamos si era un tornado, un ataque… lo más parecido a lo que es una película y empezamos a correr junto con tres o cuatro personas, todavía no éramos muchos”, señaló. Y explico que en ese momento entendió que se había caído parte del estacionamiento: “Había autos hundidos, alarmas sonando. Gime me hace caer en la cuenta de lo que cerca que estuvimos de no contarla”.
Minutos más tarde, la pareja pudo salir del edificio y cruzar a la vereda de enfrente cuando finalmente se derrumbó la torre. “Se escuchó un estruendo imposible de relatar, no lo habíamos escuchado nunca en nuestra vidas, como un especia de terremoto”, agregó. Y se quebró al recordar el momento más crítico que vivieron: “Estábamos uno al lado del otro y teníamos una nube de polvo tan grande que no nos podíamos ver. Ahí es cuando Gime corre y se golpea la cabeza. Le sale como un huevo muy grande y eso me asustó”.
“Ahí se hizo un silencio. Nos encontramos todos entre los escombros y los vecinos salieron a auxiliarnos con agua, con lo que había y ahí llegó la policía con los bomberos”, añadió. Y concluyó: “Estamos vivos de milagro”. Días más tarde, con ayuda del Cónsul argentino en Miami pudieron salir de los Estados Unidos con todos los papeles en regla, ya que los documentos y pasaportes habían quedado sepultados por los escombros, y tras cumplir con unos días de aislamiento lograron el tan ansiado encuentro con sus familiares y amigos.