En medio de la investigación por el femicidio de Sofía Delgado, el juez de Primera Instancia, Eugenio Romanini, accedió al pedido del fiscal Carlos Ortigoza e imputó a cinco sospechosos. Además, durante la audiencia, Ortigoza habló de una premeditación del hecho. “La sacrificaron”, sostuvo.
Alejandro Bevilacqua, Eduardo Mordini, Brian Bauman, Miranda Leguizamón y Natalia Palavecino son los cinco detenidos por el crimen de la chica de 20 años que estuvo desaparecida durante 15 días y que fue encontrada muerta en una zona rural de Ricardone.
Los tres hombres fueron imputados como partícipes del homicidio y se les dictó prisión preventiva por 180 días. Por su parte, a las dos mujeres se les atribuyó el delito de encubrimiento y se ordenó la prohibición de todo tipo de contacto con los familiares de la víctima.
De la investigación que lleva adelante la fiscalía, se encontró en el teléfono de Bevilaqua búsquedas en Internet con frase que dicen“cómo matar y esconder a una persona”.
Además, se hallaron chats entre los imputados donde hablan de esconder el cuerpo y en los que dicen que nadie lo va a reclamar porque es de una persona con problemas de adicción. Asimismo, Mordini reconoció que vio el cadáver, pero buscó desvincularse del homicidio.
“Hablan de Sofía, dicen que nadie la va a reclamar luego de sacrificarla y descargar su ira; eran mensajes y links de webs con mujeres teniendo relaciones atadas”, expresó el fiscal y aclaró que la planificación del asesinato comenzó en octubre.
Durante la audiencia, Ortigoza sostuvo que hubo una premeditación del crimen y pidió que el caso sea caratulado como homicidio agravado por la premeditación de dos o más personas y por violencia de género.
Con estos datos, desde la fiscalía plantearon la hipótesis que indica que el 30 de octubre a las 9:30 Bevilaqua pasó a buscar a Sofía en un auto Peugeot 308, la trasladó a un galpón ubicado en Corrientes al 100 en la localidad de Puerto General San Martín, propiedad de Mordini, y allí ambos la asesinaron mediante asfixia mecánica.
Tras ello, según su teoría, Bauman ató de pies y manos a la chica y la metió en una bolsa negra, recubriéndola con un aislante térmico. Luego colocó el cuerpo en una bolsa de arpillera de construcción y lo descartó en una zanja, al costado de un camino de tierra, en una zona rural ubicada a 700 metros de la curva del Camino de la Cremería, en la localidad de Ricardone.