La Justicia de Mendoza sobreseyó a Oscar Jégou y Hugo Auradou, los rugbiers franceses acusados de abusar de una mujer en julio luego de un partido contra Los Pumas.
La decisión fue tomada por la jueza penal Eleonora Arenas cinco meses después de que comenzó el proceso, quien consideró que las pruebas recolectadas durante la investigación no convalidaron la denuncia.
La fiscalía y la defensa pidieron desestimar los cargos contra los jugadores, requerimiento que llegó hasta un tribunal superior. Después, la abogada de la denunciante apeló, pidió la recusación de los fiscales y que continué la investigación, según precisó Clarín.
Sin embargo, este martes se conoció la sentencia a favor de los deportistas en una audiencia llevada adelante en el Polo Judicial de Mendoza. De igual manera, el fallo no es la última palabra, ya que la querella tendrá la opción de insistir con su postura ante un Tribunal de segunda instancia.
Aquel 7 de julio, la denunciante, de 39 años, había acusado a los integrantes de la selección de rugby de Francia de haberla atacado en un hotel de la capital mendocina.
Todo sucedió luego de un partido amistoso que los deportistas disputaron con Los Pumas. Esa noche, Jégou y Auradou fueron a un boliche y este último se retiró hacia el hotel Diplomatic junto a la mujer. Según el relato de la denunciante, su compañero llegó minutos después, tocó la puerta y al entrar ambos abusaron sexualmente de ella.
Los rugbiers fueron arrestados el 8 de julio en Buenos Aires, antes de seguir la gira en Montevideo. En aquel momento, para evitar que se fugaran, una comisión de la Policía Federal y la Justicia mendocina los detuvo y los trasladó a Mendoza.
Los abogados defensoresRafael Cúneo Libarona, y Germán Hnatow presentaron un escrito ante el fiscal Darío Nora solicitando el sobreseimiento de los jóvenes imputados con la intención que queden desvinculados del caso.
Ante esta situación y con pruebas que ponían en duda la versión de la presunta víctima, la Justicia le otorgó la prisión domiciliaria a los acusados y en septiembre les permitieron salir del país.
Las dudas sobre las lesiones físicas
Según el dictamen al que accedió TN, la denunciante describió haber sido “golpeada, estrangulada y mordida” por los imputados. Sin embargo, la evaluación médica forense presentó resultados que no coincidían con la gravedad de las agresiones descritas.
Por ejemplo, se constató una “equimosis en el ojo izquierdo”, pero la médica forense concluyó que “no correspondía a un golpe de puño”, sino más bien a un roce o presión menor. Además, las supuestas mordeduras no dejaron marcas visibles, y las “lesiones submentonianas” (bajo el mentón) “no eran compatibles con un estrangulamiento fuerte” como el que ella describió.
Múltiples contradicciones
A lo largo de la investigación, la denunciante brindó “versiones contradictorias” de los hechos. Un ejemplo significativo es la variación en su descripción sobre cómo fue orinada por uno de los acusados: inicialmente, lo describió como un acto sexual intencionado, pero en un testimonio posterior lo cambió, e indicó que ocurrió “accidentalmente” mientras el acusado dormía.
“En su declaración testimonial lo representó como un acto voluntario y vejatorio a su persona por parte de Auradou, al señalar que la orinó encima burlándose de ella y que lo hizo para humillarla”, pero en su primera declaración sostuvo que “el sujeto se orinó en la cama y ella se dio cuenta por sentir su espalda mojada. Luego él se durmió, ella se movió y el sujeto se despertó y volvió a penetrarla”.
Otra de las contradicciones que advirtió la fiscalía fue cuando relató que vio los moretones que tenía en el cuerpo recién cuando llegó a su casa, pero en su primera declaración contó que “fue al baño del hotel y se dio cuenta de que la habían estrangulado, que tenía todo marcado y que le habían dado una trompada”.
A su vez, cuando denunció por primera vez dijo que el rugbier la había “inducido a tomar tragos” en el boliche Beerlín al que asistió la noche de los supuestos abusos, mientras que en su testimonio posterior narró que estuvo tomando bebidas alcohólicas en la casa de su amiga durante la previa, y que también lo hicieron en el taxi que las llevó al bar.
Entre las pruebas presentadas en el caso se incluyeron audios que registraron conversaciones entre la denunciante y una de sus amigas. Estos mensajes revelaron que, según la fiscalía, la denunciante “no expresó claramente” que había sido víctima de una agresión sexual y lo tomó con un tono “jocoso”.
Fuente: TN