Shell y Puma aumentan este miércoles los precios de la nafta un 12,5%. YPF, tras la suba del 4,5% que tuvo a principios de agosto, anunció que por ahora no tomará una decisión similar.
La medida fue tomada el mismo día en el que se dio a conocer que la inflación de julio fue del 6,3%, aunque se espera que la de agosto supere el 14%, tras la devaluación del dólar de los últimos días.
Tras la decisión del Ministerio de Economía de modificar la cotización de la divisa estadounidense, los precios de los combustibles registraban un retraso de aproximadamente un 35% y la brecha con los países vecinos había alcanzado el 50%.
YPF, Pan American Energy (Axion), Raizen (Shell) y Trafigura (Puma), empresas que en conjunto dominan casi el 95% del mercado de combustibles, acordaron en noviembre pasado el ingreso al programa Precios Justos, por el que se comprometieron a subas mensuales de 4% en una primera etapa y 4,5% en una segunda etapa que se extendía hasta este mes.
En consecuencia, se produjo en los primeros días de agosto el octavo incremento del año, el último que había quedado pautado en el acuerdo original. La suba acumulada hasta esa fecha era del 40%.
En junio, las petroleras intentaron abrir la discusión con el Gobierno para incrementar el tope de aumentos al menos a un 7% debido al desfasaje experimentado respecto a la inflación que mide del Indec, lo cual fue rechazado oportunamente de plano por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Se registraron largas filas en estaciones de servicio y restricciones de suministro en las últimas horas en varias regiones del país, por los rumores de fuertes incrementos en los precios.
Según informó el sitio web Surtidores, la Federación de Entidades de Combustibles instó a las autoridades y a las compañías a tomar medidas urgentes para normalizar la entrega de productos. Juan Carlos Basílico, presidente de FEC, advirtió sobre la falta de producto y el temor a un aumento descontrolado en los surtidores.
Desde la entidad empresaria, lanzaron un llamado a abordar la situación sin demora y a frenar la incertidumbre y las prácticas especulativas que perjudican tanto a los dueños de estaciones de servicio como a sus clientes.