El ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó que el lunes próximo el Gobierno presentará un plan de estabilización cambiaria que comenzará con la puesta en marcha en abril del “dólar agro”.
Se comenzará con la soja, en una edición de lo que sería el “dólar soja 3″, que regirá en abril con un tipo de cambio en el que aún se está trabajando; y luego impactará por 90 días desde mayo en economías regionales, como el maní, el arroz y el vitivinicultura.
Ese esquema de dólar diferencial para la exportación de estos productos también se terminará de definir en las próximas semanas.
Se trata de un paquete de medidas acordadas con el Fondo Monetario Internacional que se terminarán de afinar en las reuniones de primavera que se realizarán a mediados de abril.
“Es un programa de incremento exportador que pretende facilitar en el año de sequía la capacidad la capacidad y el cumplimiento de los contratos de nuestros exportadores, entendiendo las dificultades que sufrieron nuestros productores”, dijo Massa en una reunión con medios argentinos al final de su gira por la capital estadounidense, durante la cual se reunión con el FMI y varios funcionarios de la administración Biden.
Esta mañana, el ministro se reunió con José W. Fernández, subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente del Departamento de Estado de EEUU. Lo acompañaron su jefe de gabinete de asesores, Leonardo Madcur; el titular de la Aduana, Guillermo Michel; y su responsable de comunicación, Santiago García Vázquez. Ayer se reunió con Juan González, asesor especial de Biden para América Latina.
En principio, la medida dólar agro es una ampliación del esquema conocido como dólar soja, que en este nuevo plan será ampliado a sectores con “bajo o nulo impacto en el mercado interno”. Se prevé que, durante este fin de semana, previo al anuncio de la medida, el Gobierno sostenga diálogos con varios sectores de agroexportación en economías regionales de la Argentina que podrían incluirse en el plan.
“Son medidas para promover exportaciones y consolidar al sector agro en la posibilidad de cumplir sus contratos y al banco central argentino de fortalecerse en materia de reservas”, puntualizó Massa.
La idea del Gobierno es que el dólar agro siga una política de simplificación cambiaria que incluya a más sectores para que se abra el juego a otras economías y también trabajar en el abanico de cotización que se usan para pagar productos importados. Así, buscarán simplificar los tipos de cambio tanto para exportar como para importar. “El desafío tiene que ver con empezar a recorrer un camino de simplificación cambiaría a los efectos de que todo que aparece como dólar Coldplay, dólar tecno, empiece a trabajar y a operar en un esquema más unificado”, dijo Massa.
Con respecto al “dólar agro” que regirá entre mayo y julio para economías regionales que exportan pero que también pueden impactar en el consumo y los precios, en el Gobierno dicen que “estos sectores se irán cerrando porque hay vínculo con el mercado doméstico y se busca que no haya afectación, será a 90 días”.
La simplificación también será para el sector de las importaciones, donde se buscará homogeneizar cotizaciones. Por ejemplo aplicarle a todos los servicios que se importan, desde un servicio a un espectáculo, un impuesto y una percepción. Todo se está en definición.
Al final, lo que el Gobierno pretende es lanzar un proceso de ordenamiento del esquema cambiario que pueda revisarse en junio. Una fuente del FMI confirmó que este es uno de los temas que están en la mesa de negociación entre el Fondo y Buenos Aires como parte de los mecanismos que contribuyan al aumento de las reservas nacionales.