El líder chavista cambió el esquema y extendió el confinamiento hasta Semana Santa por el salto de infecciones de COVID-19. También descartó la reapertura de las clases presenciales, que estaba prevista para abril
Nicolás Maduro anunció este domingo un conjunto de medidas restrictivas para endurecer la cuarentena nacional, en vista del aumento de las infecciones por COVID-19 en el país caribeño, lo que ha sido calificado por el Ejecutivo como una “segunda ola” de contagios.
En una alocución televisada, el mandatario informó que la llamada cuarentena radical, que supone el cese de toda actividad que no sea considerada esencial como la salud o la alimentación, será extendida hasta el domingo 4 de abril, lo que supone que las actividades de la venidera Semana Santa quedarán restringidas o suspendidas.
Maduro había dicho previamente que este asueto, que comenzará el domingo 28 de marzo, transcurriría bajo la modalidad de “flexibilización”, que permite actividades comerciales y movilidad en todo el país, sin embargo, ahora decidió suprimir la normalidad durante esos días, en vista del aumento en el número diario de infecciones por coronavirus.
Además, remarcó, esta medida se debe a la propagación “con fuerza” de la variante brasileña de el COVID-19 que, explicó, está presente en varios estados del país, con especial énfasis en Caracas y sus vecinos estados de Miranda y La Guaira, así como en el sureño Bolívar, limítrofe con Brasil.
Adicionalmente, Maduro descartó la reapertura de los centros educativos prevista para abril. “Por ahora no es posible, por ahora no vamos a iniciar clases presenciales”, aseveró. Según añadió, durante los días de flexibilización de la cuarentena los padres podrán tener interacción con los maestros para la revisión de las tareas. “Las clases presenciales serán hasta nuevo aviso”, dijo.
La cantidad de casos diarios por millón de personas tiende a crecer en Venezuela desde el inicio de marzo (Our Wolrd in data)
CRECEN LOS CASOS
“Durante seis meses mantuvimos el control de la pandemia, eso ha cambiado”, dijo, al recordar que desde septiembre pasado Venezuela no registraba un millar de nuevos casos de COVID-19, mientras que el balance gubernamental del sábado dio cuenta de 1.161 infecciones.
Actualmente, según detalló, el país tiene una tasa de 27 casos positivos por cada 100.000 habitantes y ha “aumentado la ocupación en las camas hospitalarias”, si bien no ofreció detalles sobre este aspecto que ya había sido denunciado por el gremio médico.
Además, Maduro dijo que ha habido un “relajamiento” en las medidas de bioseguridad, lo que ha llevado a “todo el mundo” a hacer fiestas en sus casas u organizar reuniones pese al riesgo de contagiarse porque se trata de venezolanos que “le perdieron el respeto y el temor al coronavirus”.
“Debemos por un tiempo largo suspender esas celebraciones”, insistió.
El cuadro compara la vacunación promedio en el mundo con la de Venezuela, que aporta escasos oficiales datos sobre la marcha de su plan, basado en inoculantes de Rusia y China (Our World in Data)
MÁS RESTRICCIONES
Aunque Venezuela está hoy en “mejores condiciones” para enfrentar la pandemia, aseguró el mandatario, es necesaria la aplicación de varias medidas para intentar cortar la transmisión de la enfermedad en el país, que hasta ahora acumula poco más de 150.000 contagios y 1.483 fallecidos.
Asimismo, el Ejecutivo aprobó un plan para desinfectar comunidades en las que residan pacientes de coronavirus así como las unidades de transporte público, reforzar la investigación de casos sospechosos e incluir a grupos de riesgo en la vacunación contra el COVID-19, algo que ya está contemplado, según Maduro.
El líder chavista agregó que ya comenzó la vacunación a los maestros con dosis de las vacunas donadas por China. “Con las vacunas que van a llegar vamos a seguir vacunando para llegar a 100% del personal de educación y de salud”. A la par, señaló que en la primera semana de abril llegarán las vacunas de Cuba, Soberana-02 y Abdala, para los ensayos que hace la nación caribeña.
El 18 de febrero comenzó la vacunación en Venezuela. Entre el 13 de febrero y el 6 de marzo arribaron 200.000 dosis de la inoculación rusa Sputnik V, que representan el 2% del total de 10 millones acordadas inicialmente en diciembre entre Caracas y Moscú. En el ínterin, Venezuela recibió el 1 de marzo un lote de 500.000 dosis de la vacuna Vero Cell de la empresa estatal china Sinopharm, donadas por el gigante asiático.
Maduro informó días después que su gobierno invirtió 200 millones de dólares en los 10 millones de dosis de la vacuna rusa, que deben estar en el país en abril, cuando se prevé que Venezuela estará en condiciones de desplegar una campaña de vacunación masiva.