El ministro de Seguridad no dio nombres, pero apuntó al Frente Progresista y al peronismo conservador
Sain sospecha que algunos dirigentes opositores pueden estar comprometidos con las mafias
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, afirmó este jueves que a la oposición provincial “ la estrategia del gobierno de Omar Perotti de luchar contra las mafias le asusta” y dijo que “sospecha” que “algunos de sus principales dirigentes estén comprometidos con esas mafias”.
Desde hace meses, el ministro mantiene una fuerte disputa con lo que denomina “el bloque de poder histórico” que gobernó Santa Fe “en la última década”, una alianza entre el opositor Frente Progresista y “el peronismo conservador”.
Esa tensión aumentó en las últimas semanas con el pedido de desafuero –que fue rechazado– de un senador del PJ, Armando Traferri, para ser imputado como organizador de una estructura de juego ilegal, por la que están detenidos dos exfiscales.
La representación legislativa de ambos sectores políticos no trató el paquete de leyes enviado por Perotti a la Legislatura para la reforma y modernización del sistema de seguridad, que Sain considera clave para mejorar el servicio policial.
“Ha habido una indisposición de los representantes del bloque histórico de poder, del Frente Progresista y del peronismo conservador, a abordar legislativamente el tema, pese a la disposición del gobierno a acordar, a debatir todo”, sostuvo el ministro en una entrevista con Télam.
Señaló que las enviadas a la Legislatura “son leyes muy explicadas, con fundamentos extensos y son leyes extensas”, pero, remarcó, “la mayoría de los legisladores de este bloque de poder no leyó nada”.
“Militaron el no como decisión política y no como decisión legislativa”, sostuvo y afirmó que buscará avanzar en la reforma vía decreto. “Lo vamos a hacer, y el Parlamento se pierde la oportunidad de modernizar un sistema que data de los años 60 y 70”, dijo.
Sain apuntó a la principal fuerza opositora, liderada legislativamente por el exgobernador socialista Miguel Lischitz, al señalar que “el Frente Progresista, que tiene tanta vergüenza de parecerse a un partido conservador, como lo que realmente es, está perdiendo la oportunidad histórica de ser progresista de verdad”.
Además, el ministro dijo que “el gran problema es que la estrategia del Gobierno de lucha contra las mafias a ellos les asusta”. Y completó: “La sospecha que tengo es que ese susto tiene que ver con que, quizás, algunos de sus principales dirigentes estén comprometidos con esas mafias”.
Los narcos
En otro tramo de la entrevista, Sain, dijo que las más importantes organizaciones narcocriminales tienen “cierta capacidad de presión política” y “saben que muchos muertos garantizan la condición de desestabilización de una gestión gubernamental”.
El funcionario santafesino se refirió a la figura de Ariel “Guille” Cantero, jefe preso de la narcobanda “Los Monos”, que aparece como instigador de los ataques a balazos y crímenes por la disputa territorial del narcomenudeo.
“Yo intuyo que gran parte de la violencia letal de esas bandas, no solo responden a su estilo. La violencia al Guille Cantero le ha sido redituable”, explicó.
Sain dijo que también presume “que en algún punto, estas organizaciones han desplegado cierta capacidad de presión política” porque “saben que muchos muertos garantizan la condición de desestabilización de una gestión gubernamental”.
“Alguien les ha dicho a estos muchachos que había que matar mucha gente. Me parece a mí que de alguna manera siempre aparece la manito de algún abogado, que terminan funcionando como articuladores de las organizaciones”, abundó el ministro de Seguridad.
Sostuvo que los abogados defensores de organizaciones de comercio de estupefacientes de Rosario funcionan también “como coordinadores de las organizaciones criminales y están estrechamente vinculados a dos universos que le dan sentido político a esa violencia: el universo financiero, donde canalizan gran parte de las ganancias extraordinarias, y al universo político”.
“Tienen estrechas vinculaciones políticas”, concluyó.