La viuda de «Pájaro» Cantero, Lorena Verdún, está condenada y excarcelada en una causa por venta de drogas. Ahora la Justicia federal revocó la excarcelación y la provincial lo avaló
Lorena Verdún ya está detenida en una causa provincial, pero ahora le revocaron la excarcelación en un proceso federal.
La Justicia federal de Rosario ordenó este viernes la detención de la viuda de Claudio «Pájaro» Cantero, Lorena Miriam Verdún, en una causa en la que fue condenada a cinco años de prisión por venta de drogas pero en la que sin embargo estaba excarcelada. La decisión obedece al pedido de un fiscal federal, quien tomó la decisión de pedir ambas medidas (la revocatoria de la excarcelación y la detención) a raíz de las amenazas que Verdún profirió contra un fiscal de la justicia provincial en una audiencia pública en la que fue imputada por la tenencia de armas y municiones de guerra.
La resolución judicial tiene un efecto sensible sobre la situación de Verdún, ya que a partir de esta decisión será trasladada a la cárcel federal de Ezeiza.
Verdún ya está detenida desde hace unos días junto a su hijo Luciano Cantero y otras personas precisamente por la causa en la que la investigan en la justicia provincial por la posesión de esas armas, todas de altísimo poder de fuego. En ese proceso, además de estar imputada la justicia santafesina le dictó la prisión preventiva por el máximo previsto en el Código de Procedimientos Penales de la provincia, es decir por dos años.
La razón por la que ahora se ordena su detención por parte de la Justicia federal es una condena que Verdún cumplía en libertad desde 2019, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Rosario la sentenció a cinco años de prisión por el delito de comercialización de estupefacientes. En ese proceso nunca estuvo detenida porque la viuda de Cantero apeló la condena ante la Cámara de Casación Penal, que todavía no se expidió sobre ese veredicto.
Verdún ya está detenida desde hace unos días junto a su hijo Luciano Cantero y otras personas precisamente por la causa en la que la investigan en la justicia provincial por la posesión de esas armas, todas de altísimo poder de fuego
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La decisión del juez federal Ricardo Moisés Vázquez, del Tribunal Oral Penal N°2 de la Justicia federal, responde a un pedido expreso del fiscal federal Claudio Kishimoto. En rigor, Verdún ya estaba privada de la libertad desde el martes de la semana pasada, cuando fue arrestada en el marco de dos investigaciones que la involucran junto a su hijo «Lucho» Cantero: una por intimidación y extorsiones graves contra comerciantes de la ciudad y otra por la tenencia de armas de guerra.
El dato fuerte ahora es que la trasladarán a la cárcel de Ezeiza con el aval de un miembro del Colegio de Jueces de Rosario que no encontró motivos para oponerse por fundamentarse en razones de seguridad. Por la causa de comercio de drogas por la cual fue condenada nunca había estado en prisión.
Fue precisamente en la audiencia en la que le imputaron el segundo de los delitos, realizada el sábado pasado en el Centro de Justicia Penal de los tribunales locales, cuando Verdún hizo un comentario amenazante contra el fiscal que la investiga, Matías Edery. En un momento de la audiencia, luego de haberle dicho al juez Alejandro Negroni que Edery siempre la persigue, la viuda de Cantero se dirigió al propio fiscal y le espetó: «Esto no va a quedar así».
La frase se hizo pública rápidamente y generó todo tipo de reacciones, que incluyeron la solidaridad con Edery y la decisión del gobierno de la provincia de reforzar su seguridad. El propio fiscal dijo que se tomaba muy en serio la amenaza por provenir de Verdún.
Otra de las reacciones fue la del fiscal federal Kishimoto, quien al enterarse de la amenaza de Verdún a Edery inmediatamente decidió pedir que se revoque su excarcelación en la causa en la que fue condenada en 2019 por venta de drogas y que se ordene su detención. Ahora que el juez Vázquez hizo lugar al pedido, Verdún está detenida a disposición de la justicia provincial y también de la federal, en el primer caso esperando que la investigación avance hasta llegar a un juicio oral y en el segundo a la espera de que la Cámara de Casación resuelva si la condena por comercialización de estupefacientes es correcta.