Una compañera que buscó levantarle el ánimo le dijo las mismas palabras que pronunciaba el notable personaje que encarnaba Alejandro Urdapilleta, líder de pabellón y preso pensante, en la serie Tumberos:
-Si pensás, salís.
Nahir Galarza, que cumple condena perpetua en la Unidad Penal de Mujeres de Paraná por el crimen de Fernando Pastorizzo -ocurrido el 29 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú, Entre Ríos-, se aferró a esa frase.
Le llegó en el momento justo. Porque cuando llegaba la noche la invadían pensamientos negativos. Y se hundía cada vez más en un pozo que le generaba angustia y desesperación.
“Vengo de tocar fondo y tocar fondo y tocar fondo. Empecé terapia. Estoy reviviendo cosas personales muy duras. Mi alma está lastimada. Pero sé que hay que atravesar la angustia para salir fortalecida, no queda otra, el tema es no quedarse en la tristeza, pero este tiempo me aislé, estoy muy para adentro, con decir que no hablaba con mis compañeras”, le confesó a Infobae una Nahir íntima y más vulnerable.
Sin mencionarlo, la joven de 23 años se refirió, entre otras cosas, a la denuncia contra su padre Marcelo Galarza, a quien acusó de ser el asesino de Pastorizzo. Además de la acusación contra su tío paterno por abuso.
“Es una etapa dura, en la que vengo haciendo frente a verdades que tenía calladas y pensé que nunca iban a salir, pero llegó la hora”, dijo.
En su momento, en sus primeros meses en prisión, dijo que se sentía liberada. Con una especie de alivio. A salvo del peligro que, según ella, acechaba su vida. La presunta violencia de género que sufría por parte de Pastorizzo, de acuerdo con lo declaró en el jucio.
Por esos días, contó, llegaba a su casa, se encerraba en su habitación y se acostaba a oscuras a llorar. “Fernando me decía depresiva, lo peor que me podían decir”, dijo ante los jueces.
La Nahir que se mostraba activa, fuerte, líder entre sus compañeras, combativa contra las guardias, se derrumbó. La pelea con su padre, a quien ni llamó por el Día del Padre, su versión de que es inocente y que de niña fue abusada por su tío, fueron golpes que la hirieron. “Pero es preferible sacar la verdad antes que guardarla y que haga más daño. Sé que el dolor que tengo lo voy a atravesar y saldré mejor”, se desahogó ante Infobae.
Según trascendió, Nahir habría recibido medicación psiquiátrica. No piensa reconciliarse con su padre, que vive en un campo donde tiene criaderos de gallinas. La Corte Suprema de Justicia se encuentra revisando el caso con los aportes hechos por su abogada Raquel Hermida Leyenda, quien fue decisiva para que Nahir se animara a señalar a su padre como el asesino de Pastorizzo.
Nahir esperó hasta fin de año. Pero no aguantó más. “La hicieron cargo de un crimen que no cometió y además el padre no actuaba como debía hacerlo ante su hermano presunto abusador. Nahir le puso un ultimátum: si no hacía algo, no iba a recibirlo más”, dice Hermida Leyenda.
Otro tema que saca de su eje a Nahir es lo que, dice, son “falsas noticias” que publican algunos medios sobre ella. Como el video de la reconstrucción del crimen de Pastorizzo. En ese sentido apuntó contra Jorge Zonzini, quien fue su manager al principio del caso. Anunció que analiza demandarlo para que deje de hablar de ella.
“Estoy tan cansada que use mi nombre todo el tiempo. Conmigo ni habla. Sólo lo vi dos veces en cuatro años y medio, pero parece obsesionado conmigo”, se quejó Nahir.
-¿Pero la mayoría de las veces no salió en tu defensa?
-Me perjudica. Inventa noticias. Se cree dueño de mi nombre y de mi imagen. Jamás le conté nada personal. Por culpa de suya, por una foto que hizo circular, me pusieron más custodia para ir a estudiar. Yo quiero estar tranquila, no ser perseguida todo el tiempo.
-Pero el fue aceptado por la familia como manager…
-Se ofreció gratis y mis padres estaban desesperados. El decía que iba a saberse mi verdad. Le dije que lo iba a probar y salió a hablar a todos los medios, mostrando fotos mías. Le dije que no hablara más y decidí que se alejara de mí y de mi familia. “No me gusta lo que estás haciendo”, le dije. Con cada cosa falsa que saca tengo problemas en el penal. Que no hable más de mí en todos los programas.
A todo eso, Nahir está ansiosa y se ilusiona con que se anule el juicio por el que el 3 de julio de 2018, el Tribunal Oral de Gualeguaychú, presidido por el juez Mauricio Derudi, la condenó a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego.
Por estos días comenzó a pensar en algo que trataba de evitar: su peor pesadilla sería estar presa hasta los 54 años. Es el destino que quiere evitar como sea.
Fuente: Infobae