General Motors (GM) finalizó este lunes el proceso de desvinculación de 309 empleados en su planta de Alvear, ubicada en las afueras de Rosario, donde se produce el modelo Chevrolet Tracker. La medida, que comenzó a fines de enero con una oferta de retiros voluntarios, culminó con la salida de 260 trabajadores que aceptaron la propuesta y 49 más que recibieron telegramas de despido.
El ajuste laboral no es una sorpresa: el gremio Smata había anticipado que la empresa planeaba reducir hasta 300 puestos. El último recorte se suma al realizado en abril de 2024, cuando GM desvinculó a 200 empleados (167 a través de retiros voluntarios y 33 con despidos). En total, la automotriz eliminó de un año a esta parte cerca de 500 puestos en su planta de Alvear.
La situación refleja los desafíos que enfrenta la producción en la planta, que dejó de fabricar el modelo Cruze para concentrarse en la producción de la Tracker, un vehículo que también se produce en Brasil. GM ya había dado señales de ajuste a lo largo de 2024, cuando suspendió la producción durante una semana debido a una caída del 30% en la actividad registrada en el primer trimestre del año. En ese momento, la proyección anual de unidades fabricadas se redujo de 430 mil a 330 mil.
Hasta el momento, ni la empresa ni el gremio Smata realizaron declaraciones oficiales sobre el proceso de desvinculación o los planes a futuro para la planta. La incertidumbre persiste entre los trabajadores y la comunidad, mientras GM continúa adaptándose a un mercado volátil y a los cambios en la demanda global.
Fuente: el Ciudadano