Un hombre y sus padres fallecieron con apenas 48 horas de diferencia en la ciudad de Santo Tomé. Solo sobrevivieron la nuera, Pamela, y su hija de 3 años, Brisa
Gran pesar y conmoción causó en Santo Tomé la situación que atraviesa la familia Schweizer, arrasada por el coronavirus. En una semana con récord de contagios, murieron los padres, ambos de 62 años, y su hijo de 34 años. De esta forma, la segunda ola de coronavirus diezmó a la familia en apenas 48 horas. Solo sobrevivieron la nuera, Pamela, y su hija de 3 años, Brisa.
De acuerdo a lo que publicó Todo Noticias (TN) el primero en presentar síntomas fue Jorge Schweizer, de 62 años. Luego se contagió el resto de la familia, que vivía en la misma casa del barrio Loyola en Santo Tomé.
El hijo, Carlos Miguel Schweizer, más bien conocido como Charly, murió el martes 13 de abril de un paro respiratorio a la madrugada. El joven se desempeñaba como trabajador en el área de Policía Municipal, aunque no se estaba trabajando por ser paciente de riesgo (sufría diabetes).
Tan solo dos días después, el jueves, murieron su papá, Jorge, y su mamá, Graciela. Jorge se desempeñaba como jefe del Departamento Fotografía del gobierno santafesino y era propietario del diario local Santo Tomé Siglo XXI.
“Se fueron sin saber que Carlos, su hijo, había fallecido. No se los pudimos decir”, contó la viuda del joven, Pamela Balcala, al sitio de noticias Aires de Santa Fe.
“Le tengo que agradecer a Dios que me dejó con vida para cuidar a mi hija, porque yo también estuve muy cerca de irme”, relató la joven. “Se fue toda mi familia, mi sostén, me quedé con mi hija sola”, dijo con la voz todavía tomada por la enfermedad.
Según dijo, aunque ya le contó que su papá había muerto, aún no le dijo lo de sus abuelos. “Voy a pedirle ayuda a un psicólogo para decírselo, es mucha pérdida para ella”, explicó.
“El covid destruyó a una familia, se llevó todo”, lamentó la mujer. Pamela también lanzó una advertencia a los jóvenes: “Siempre dicen que a los jóvenes no les llega, pero yo digo que sí”.
La mujer, que cumplió 32 años el lunes, relató que durante varios días tuvo entre 38° y 39° de fiebre. “Yo todavía tengo secuelas, físicas y emocionales”, aclaró. “No puedo tomar ni un jugo fresco porque se me irrita la garganta y no paro de toser”, detalló.
Pamela contó que despidió a su esposo en un velorio “muy frío”, a cajón cerrado, con la compañía de su hija pero lejos de sus familiares. “No me quiero ni juntar porque toda la familia está con covid”, indicó.